Una polémica surgió tras la irrupción de la intervención conocida como “Un violador en tu camino” creada por LasTesis en medio del estallido social registrado en nuestro país.

Según afirmó el colectivo feminista a La Tercera PM, tres hombres y una sociedad se adueñaron de diferentes dominios relacionados a la agrupación.

Específicamente se trata de “Unvioladorentucamino.cl”, “lastesis.cl”, “ylaculpanoeramia.cl” y “elvioladorerestu.cl”, direcciones que fueron compradas a partir del 29 de noviembre por personas que no tienen ningún tipo de relación con LasTesis.

Tal es el caso de la sociedad por acciones FinanZeus, la cual está detrás de Bienisimo.com. Se trata de una empresa que adquirió en NIC Chile, entidad encargada de administrar el registro de nombres de dominio .CL, la dirección “lastesis.cl”.

Ailen Díaz | Agencia UNO
Ailen Díaz | Agencia UNO

Desde la sociedad aseguraron que compraron el dominio “con el interés de resguardar el interés de LasTesis para que no haya especulación con ese dominio”, agregando que se hará “el traspaso del lastesis.cl al movimiento, a la persona encargada”.

Poco después de entregar dicha declaración al medio, enviaron otro mensaje a LasTesis en el que le pedían los datos de la representante para hacer el traspaso del dominio.

No obstante, desde LasTesis señalaron que antes de que esto ocurriera, los encargados de FinanZeus las habían contactado con otras intenciones. “Ayer vimos que lastesis.com y lastesis.cl las había tomado FinanZeus. A la mañana, ellos nos estaban vendiendo el sitio a $26 millones”, aseveraron.

Lo anterior fue negado por uno de los representante de FinanZeus, afirmando que nunca le ofrecieron dicho monto para el dominio terminado en .cl. Eso sí, desde la agrupación feminista habían detallado que la venta sería por el .com.

Por su parte, la dirección Elvioladorerestu.cl fue registrada por Alejandro Molina, publicista que explicó que lo hizo para crear un repositorio de videos y GIF’s animados relacionados al movimiento feminista. “En algún momento las iba a contactar por si querían usar el dominio, pero por tiempo no pude hacerlo”, sostuvo.

En tanto, ylaculpanoeramia.cl fue inscrita el 30 de noviembre por Christian Morales, un hombre de 46 años radicado en Talca. “La verdad, los planes para el NIC eran ideas. En principio publicar testimonios de personas, sean mujeres u hombres que hayan sido abusados. ¿Cómo han vivido todo este tiempo con su dolor? ¿Han sido acompañados en su historia por alguien o solos con su pena”, sostuvo en conversación con La Tercera PM.

“Ahora no puedo concretar esta idea, porque entiendo que se puede vivir con dolor pero remover la herida o tocarla y saber que la justicia nunca llegará es doloroso para las víctimas”, añadió.

Ailen Díaz | Agencia UNO
Ailen Díaz | Agencia UNO

Finalmente, Unvioladorentucamino.cl fue registrado por Samir Fuentealba Ale, constructor civil que hasta el momento no se ha referido al tema.

Desde LasTesis mencionaron que “toda esta apropiación de dominios de internet, hechas por hombres, lo que hace es robar nuestro trabajo, apropiarse de nuestro nombre como colectivo y lucrar a partir de eso”.

“Nosotras somos un colectivo de arte y activismo, por lo tanto, rechazamos todo tipo de lucro que pueda devenir de nuestra participación en las intervenciones y en este tipo de cosas”, puntualizaron.

Cabe señalar que las cuatro mujeres chilenas que conforman el colectivo han enfatizado que su famosa intervención artística “va a seguir dando frutos y va a escapar de nuestro saber y de nuestro control”.

Irreverentes y espontáneas al expresar su pensar, Paula Cometa, Lea Cáceres, Sibila Sotomayor y Dafne Valdés –todas de 31 años- se declaran emocionadas al ver el arrastre mundial de su intervención, presentada por primera vez el 20 de noviembre en Valparaíso, ciudad que vio nacer a este colectivo feminista hace un año.

Con repeticiones en París, Barcelona, Bogotá o Ciudad de México, entre otros lugares, la canción acompañada de una coreografía se convirtió rápidamente en un himno feminista, adoptado por mujeres de todas las edades, que han hecho mutar la letra a distintas versiones, dependiendo de su propia realidad.