El ministro neozelandés de Justicia acusó a Google este jueves de “enseñar el dedo medio” a su país al negarse a endurecer sus normas, tras violar una ordenanza judicial que prohíbe la publicación del nombre de un sospechoso de asesinato.

En el caso del asesinato de una joven británica que causó gran revuelo en Nueva Zelanda y en Reino Unido en diciembre, el sospechoso fue colocado en detención provisional por un tribunal de Auckland, que le otorgó el derecho al anonimato.

Pero el gigante de internet reveló su identidad en un correo enviado a los abonados de su servicio Google Trends neozelandés.

En un primer momento, Google pareció capear el temporal. Sus representantes se reunieron con el ministro neozelandés de Justicia, Andrew Little, y aseguraron a la primera ministra, Jacinda Ardern, que estudiarían la situación.

Pero, según Little, las conversaciones que mantuvieron con el gigante estadounidense en marzo no condujeron a ninguna medida concreta. El ministro aseguró que esta semana recibió un correo electrónico, de un solo párrafo, de parte de un representante de Google para Nueva Zelanda, Ross Young.

“Hemos estudiado nuestros sistemas y parece que el incidente del año pasado es relativamente único,pues se trataba de un caso muy mediatizado, que implicaba a una persona extranjera, que fue muy tratado por la prensa extranjera”, recogía el mensaje, que los servicios de Little hicieron público.

El ministro calificó la reacción de “despreciable” y de una “falta extraordinaria de respeto”. “Es enseñar el dedo medio a la Justicia neozelandesa y a la familia de Grace Millane”, la víctima de 22 años, declaró a la agencia de noticias AFP, describiendo el gesto obsceno en el que se enseña el dedo corazón para insultar a alguien.

Con su ordenanza para que se mantenga el anonimato, se busca asegurar un proceso igualitario y Google, presuntamente, vulneró ese derecho, agregó.

“No puedo hacer como si nada”, agregó. “Si Google no cambia, tendré que encontrar la manera de hacer presión a través de un intermediario de la Justicia o de acuerdos internacionales”.

La víctima fue asesinada en diciembre poco después de haber llegado a Auckland, de vacaciones.