Durante los últimos 14 años, el fundador de Facebook, Mark Zuckerberg, ha debido dar explicaciones ante la comunidad, y sus usuarios, por diversas actualizaciones “sin sentido” y errores cometidos la red social en sus servicios. La premisa siempre ha sido la misma, “llegar a la semi-humillación para luego prometer que todo cambiará”.
Estos ciclos de “perdón y olvido” fueron analizados en un artículo del diario estadounidense Washington Post, por los periodistas Geoffrey Fowler y Chiqui Esteban, donde se mostró cada explicación que debió dar Zuckerberg desde 2003.
El texto se introduce de la siguiente manera: “Se lee como un record de repeticiones. Zuckerberg, quien llamó a ‘moverse rápido y romper cosas’ como eslogan, pide perdón por ser ingenuo, y luego promete soluciones tales como ‘controles de privacidad’, ‘transparencia’ y que se aplicará una mejor política. Para luego prometerlo de nuevo la próxima vez”.
Todo comenzó en noviembre de 2003, cuando Facebook era una incipiente red social de estudiantes de la Universidad de Harvard (Estados Unidos) y creó un sitio llamado “Facemash” (similar a un Tinder de alumnos).
La disculpa esa vez fue: “Así no es la forma en que quise que las cosas ocurrieran y me disculpo por cualquier daño causado como resultado de mi negligencia”
Un momento complicado se vivió en febrero de 2009, cuando Facebook se masificaba en Latinoamérica, en ese entonces tuvo la idea de develar nuevas condiciones de servicio que enfurecieron a los usuarios.
“Pasado este par de días, recibimos un montón de preguntas y comentarios negativos. Basados en esta retroalimentación, hemos decidido retornar a nuestras condiciones de servicios antiguas mientras resolvemos los problemas”, indicó en la oportunidad.
Otro pequeño escándalo se vivió en Mayo de 2010, luego que un grupo de periodistas encontraran una laguna de privacidad que permitía a los anunciantes acceder a las identificaciones de los usuarios.
Su explicación fue: “A veces nos movemos demasiado rápido. Agregaremos controles de privacidad que son mucho más simples de utilizar. También les daremos una forma más sencilla de desprenderse de los servicios provenientes de terceros”.
En 2014, nuevamente Zuckerberg debió dar explicaciones ante la comunidad luego que un documento académico expuesto realizó pruebas psicológicas a casi 700,000 usuarios sin su conocimiento.
“Fue comunicado de una manera bastante pobre. Y por esa comunicación ofrecemos nuestras disculpas. Nunca tuvimos en mente hacerlos sentir usados”, declaró en la oportunidad.
En septiembre de 2017, surgieron críticas sobre el rol de la red social en la manipulación hecha por Rusia en la elección presidencial de Estados Unidos de 2016.
“Por las formas en que mi trabajo se ha utilizado para dividir en lugar de reunirnos, pido perdón y trabajaré para hacerlo mejor”, relató en dicho momento.
Así se pasa hasta la mayor crisis que ha vivido Facebook en su historia, con el escándalo de Cambridge Analytica. Sus explicaciones no dejaron muy conformes a usuarios y autoridades mundiales.
“Tenemos la responsabilidad de proteger sus datos, y si no podemos, entonces no merecemos atenderlo. Aprenderemos de esta experiencia para asegurar nuestra plataforma aún más y hacer que nuestra comunidad sea más segura para todos en el futuro”, detalló.
Por último, lanzó un comunicado mientras preparaba sus explicaciones para “enfrentar” al Congreso de Estados Unidos, sus dichos también fueron criticados.
“Fue mi error, y estoy arrepentido. Hay mucho que podemos hacer para limitar la información a la que los desarrolladores pueden acceder y poner más protecciones para prevenir el abuso”, afirmó en dicha ocasión.
Los autores del estudio indicaron, como cuestionamiento al obrar del CEO de Facebook, que tras 14 años de disculpas y promesas, “¿Hasta cuándo se le puede creer a Mark Zuckerberg?”.
Sus últimas declaraciones ante el parlamento norteamericano fueron seguidas en todo el mundo, el protagonista del hecho mostró un rostro de molestia y preocupación en todo momento. Pueden venirse días muy complejos para la primera gran social de la historia.
