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"Que esta chacota termine pronto": por qué el horario de verano es una aberración, según expertos

07 septiembre 2025 | 11:12

En Chile cambiamos la hora dos veces al año, pero los expertos creen que no debería ser así y que se debería mantener el mal llamado “horario de invierno” durante los 365 días. Tanto astrónomos como neurólogos y psicólogos, coinciden.

Arturo Gómez, ex astrofotógrafo del Observatorio Cerro Tololo, compartió su opinión a BiobioChile. Dijo que el “enfrentamiento” entre el horario de invierno y el de verano, es tan absurdo como el que existe “entre los que creen que la Tierra es plana y otros que la Tierra es una esfera”.

La Tierra está dividida en 24 franjas que corresponden a los 24 husos horarios del planeta, por los que se rigen las diferentes horas de los países. “Geográficamente, a Chile le correspondería el huso horario -5; pero, por la idiosincrasia de nuestro pueblo, se optó por el huso horario -4, el que por muchos años se usó en Chile”, explica Gómez.

Huso horario Chile

“Después de una severa sequía, se adoptó el sistema de cambiar al huso horario -3, es decir, ‘movernos’ con la luz solar que tiene la costa Este de Brasil, allá en el Atlántico”, añade Gómez.

Pero este cambio no es práctico. Arturo dice que podemos ver como el movimiento del Sol no coincide con la hora durante el horario de verano, al mirar en qué meridiano está ubicada la estrella al medio día.

“Con el famoso ‘horario de verano’ vean ustedes, al mediodía, dónde está ubicado el Sol en el cielo… está totalmente cargado hacia el Este, es decir, sobre Brasil y Argentina”, puntualiza.

No es necesario cambiar el horario de invierno

El movimiento de la Tierra alrededor del Sol, explica Arturo, alarga la luz del día naturalmente, mientras que las noches van teniendo menos horas de oscuridad. Esto no ocurre porque cambien la hora, el día eventualmente se volvería más “largo” sin pasar al horario de verano.

“Además, nuestro cuerpo se va adaptando lentamente a ese cambio de luz y no es necesario hacerlo tan bruscamente de un día para otro”, señala.

“La melatonina actúa como hormona frente a la luz solar y es la que nos indica que hay que levantarse. Los gallos, las gallinas y los animales, en general, no están ni ahí con el cambio de horario, ellos hacen sus vidas, en relación con la luz del Sol”, explica.

Por último, Gómez fue crítico ante la gestión del huso horario en Chile: “Los políticos siempre se han sentido muy orgullosos de sus actos y leyes; pero por la falta de conocimientos, cometen graves errores”.

El astrofotógrafo recordó cuando durante el gobierno de Michelle Bachelet, el Ministerio de Energía decidió mantener todo el año el huso horario -3, lo cual, en su opinión, fue un error.

“Ese año, en invierno, los niños se levantaban con el cielo estrellado y se quedaban dormidos en sus escritorios, porque la melatonina les decía ‘siguan durmiendo, porque no hay luz solar aún’”, expresa.

“Ojalá que esta chacota que tienen los políticos se termine pronto, porque hay un consenso médico que estos cambios traen más problemas que beneficios. Por lo tanto, el huso horario -4 es el mejor y único para nuestro país, mal conocido como ‘horario de invierno’”, sentenció.

Neurólogos también se oponen

El neurólogo del Hospital Clínico Universidad de Chile, Gabriel Abudinén, dijo que el cambio de horario nos afecta negativamente porque “biológicamente hablando nosotros también tenemos un reloj, es un reloj biológico que está en el centro de nuestro cerebro que se llama núcleo supraquiasmático y que ordena nuestras transiciones para el despertar y para el dormir para que funcione perfectamente y no despertemos con fatiga y no nos cueste conciliar mucho el sueño”.

“¿Qué pasa si ese reloj se desregula porque cambiamos el horario externo? Eso va a hacer que nosotros tengamos problemas de insomnio asociado y problemas de amanecer con mucha fatiga y con ganas de seguir durmiendo”, añadió Abudinén.

Por su parte, el neurólogo del Hospital Clínico de la Universidad de Chile y académico del Departamento de Neurología y Neurocirugía Norte de la Facultad de Medicina, Pablo Salinas, detalla que afecta debido a que “cambia el esquema de sincronización que hay con el consenso social que tenemos respecto al concepto tiempo, hora, con los ciclos de luz y oscuridad que tiene el medio ambiente, que son por la rotación del planeta”.

“Al hacer ese cambio, se genera ese problema, porque los seres humanos estamos regulados para nuestras actividades de la vida diaria en base al consenso llamado hora oficial. Y si eso se desincroniza con los ciclos de luz y oscuridad que ya tenemos, hay que readaptarse a esa nueva combinación y esa adaptación requiere un par de días, unos tres o cuatro días”, asegura el doctor Salinas.

La académica del Departamento de Psicología de la Universidad de Chile, Margarita Bórquez, es más firme en sus recomendaciones, ya que indica que “la primera recomendación sería no cambiar el horario en lo absoluto. Eso posibilitaría tener luz más temprano en la mañana, coincidente con el horario de despertar y, por tanto, favoreciendo una sincronización circadiana del ambiente con nuestro reloj interno (endógeno)”.