La conexión entre el derretimiento de los glaciares y la actividad volcánica resulta más estrecha de lo pensado, según un estudio liderado por geólogos de la Universidad de Leeds, en Reino Unido. El hallazgo, publicado esta semana en la revista científica Geology, resulta de interés para países como Chile, con vasta presencia de ambos accidentes en su geografía.

Según diversas fuentes, Chile posee la segunda mayor y más activa cadena volcánica en el planeta (solo superado por Indonesia), y cuenta con el 80 % de todos los glaciares de Sudamérica. Sin embargo, durante las últimas décadas el calentamiento global ha provocado parte del deshielo de esas estructuras, como el reciente témpano gigante desprendido en Grey (Parque Nacional Torres del Paine).

Los investigadores analizaron la ceniza volcánica preservada en depósitos de turba y sedimentos lacustres en Islandia. Ello les permitió esbozar un “atlas” de las erupciones de los últimos 5 mil años, que compararon con los registros de los glaciares en la región.

Según el estudio, cuando el territorio cubierto por los hielos “perpetuos” era más extenso, el nivel de actividad de los volcanes resultaba inferior. Sin embargo, mientras estas formaciones se derretían, el número de explosiones volcánicas aumentaba. Las conclusiones pueden hacerse extensivas a otras partes del mundo, aseguraron los autores británicos.

Indicios de 1 millón de años

En 2014 se publicó otro estudio que adelantó estos resultados. Los investigadores del Centro Helmholtz de Investigación Oceánica de Kiel, en Alemania, y de la Universidad de Harvard, en Estados Unidos, alertaron también en Geology del vínculo entre volcanes y glaciares.

En aquella ocasión, los geólogos rastrearon las cenizas volcánicas del fondo del océano, y retrocedieron hasta eventos ocurridos hace un millón de años. Se centraron en zonas del Océano Pacífico alrededor de América Central.

El proyecto, que indagó en el terreno durante más de una década, encontró plena coincidencia entre los patrones climáticos y la actividad volcánica. Las épocas de mayor convulsión geológica ocurrían tras los incrementos violentos de la temperatura global, y por ende, del derretimiento de los glaciares.

Archivo/ pexels.com (CCO)
Archivo/ pexels.com (CCO)

“Cuando aumenta la temperatura del planeta los glaciares que están sobre los continentes se derriten con rapidez y disminuyen su peso. El agua en estado líquido aumenta la masa de mares y océanos incrementando la presión sobre las placas tectónicas oceánicas. Estos cambios en la distribución de la masa crean nuevas tensiones dentro de la Tierra, lo que provoca la apertura de nuevas rutas para la ascensión del magma o el incremento de los volcanes existentes”, señaló el estudio de 2014.

Los geólogos de la Universidad de Leeds ratificaron esta tesis y hallaron nuevas implicaciones.

Menos hielo, más volcanes

El profesor, Ivan Savov, de la Escuela de Tierra y Medio Ambiente de Leeds y coautor de la investigación, explicó las nuevas relaciones descubiertas.

“Cuando los glaciares se retiran, hay menos presión sobre la superficie de la Tierra. Esto puede aumentar la cantidad de derretimiento del manto y afectar el flujo de magma y la cantidad de magma que puede contener la corteza. Incluso pequeños cambios en la presión de superficie pueden alterar la probabilidad de erupciones en volcanes cubiertos de hielo”, explicó el académico al sitio de la Universidad.

Por su parte, el profesor Graeme Swindles, de la Escuela de Geografía de Leeds, conminó a la acción para prevenir el calentamiento global, y por tanto, la aceleración del proceso natural.

El cambio climático causado por los humanos está creando una rápida fusión del hielo en las regiones volcánicamente activas. En Islandia, esto nos ha puesto en el camino hacia las erupciones volcánicas más frecuentes. El efecto del hombre hace que sea difícil predecir cuánto tiempo va a transcurrir, pero las tendencias del pasado nos muestran más erupciones que se pueden esperar en el futuro”, alertó Swindles.

Archivo/ Glaciar Grey_Wikipedia (CCO)
Archivo/ Glaciar Grey_Wikipedia (CCO)

De proseguir la tendencia de aumento de temperatura el derretimiento de los glaciares en el planeta sería irreversible. En la actualidad, el proceso parece acelerarse con el paso de los años. El caso chileno se comporta de igual manera, con la agravante de poseer la segunda mayor cadena volcánica de la Tierra.

El glaciar Grey, que recientemente copó noticias por el desprendimiento de un témpano de 133 mil metros cuadrados, es un ejemplo. Según los archivos, se ha reducido 19 kilómetros desde 1945.