Un iceberg de un billón de toneladas, uno de los más grandes jamás vistos, se formó en la Antártida tras el desprendimiento de un bloque de hielo gigantesco, informaron el pasado miércoles los investigadores de la Universidad de Swansea, en Reino Unido.

Luego de transcurridos algunos días de aquel importante hecho, expertos han captado la primera imagen de la enorme masa de hielo, bautizada A-68, separada de la plataforma Larsen C.

Los especialistas temen que este iceberg continúe fragmentándose en pequeños trozos, lo que dificultaría el seguimiento de los riesgos que podría implicar para los transportes marinos.

En la siguiente imagen, tomada por los equipos del satélite Deimos-1 de la firma Deimos Imaging, se puede apreciar la ruptura de A-68 respecto a Larsen C. La compañía reveló la fotografía a través de sus redes sociales, en la que además se ve cómo el gigantesco iceberg ha comenzado a fragmentarse.

“La importancia de este acontecimiento natural es impresionante, tendremos que volver a dibujar el mapa de la Península Antártica. Esto demuestra lo frágiles que son las regiones polares”, aseguró el investigador Rod Donnie al periódico británico The Independent.

Si bien el tamaño de este iceberg es considerable, no es el más grande jamás registrado. Ese título cae sobre el Iceberg B-15, que se rompió de la Barrera de hielo de Ross en el 2000 y era del tamaño de Jamaica (alrededor de 11 mil kilómetros cuadrados).

Tal como recoge el citado medio, los icebergs pueden permanecer en el mismo lugar durante varias décadas debido a que continúan unidas por pequeñas colinas en el fondo marino.

Los especialistas creen que A-68 se dirigirá hacia el Mar de Weddell. Además, se espera que debido al efecto Coriolis, generado por la rotación de la Tierra, el iceberg y sus fragmentos se mantengan en las cercanías de la costa de la Península Antártica.