La agencia de exploración espacial japonesa (Jaxa) lanzó el domingo un minicohete experimental destinado a poner satélites en órbita pero anunció poco más tarde que la misión había fracasado.

“El experimento fracasó”, declaró Hiroto Habu, responsable del programa dentro de la Jaxa, en una rueda de prensa realizada tres horas después del lanzamiento.

“Vamos a examinar las causas de los problemas y decidir las medidas a adoptar” en el futuro, agregó, precisando sin embargo que se podía aprender mucho de esa tentativa.

Tras ser postergado en varias oportunidades a causa del mal tiempo, el cohete lanzador había despegado el domingo poco después de las 08H30 locales (sábado a las 23H30 GMT) desde una base del suroeste del archipiélago.

El cohete SS-520 N°4, de más de 9 metros del altura, transportaba un minisatélite de observación de la superficie terrestre. Tras abortar la operación, la Jaxa precisó que el cohete había caído “en la zona marítima prevista”.

El fracaso se produce luego del buen desempeño durante una docena de años de modelos de cohetes más grandes de fabricación japonesa (H-2A, H-2B) que habían confortado la confianza de Japón en su industria aeroespacial.