La misión InSight Mars de la NASA, detectó esta semana uno de los terremotos más grandes registrados fuera del planeta Tierra. El evento sísmico tuvo lugar en Marte.

Fue el pasado 4 de mayo, cuando el módulo InSight de la NASA, detectó el movimiento telúrico más grande registrado en otro planeta. Se trata de un terremoto de magnitud 5 que tuvo lugar en Marte.

“Un terremoto de magnitud 5 es un terremoto de tamaño mediano en comparación con los que se sienten en la Tierra, pero está cerca del límite superior de lo que los científicos esperaban ver en Marte durante la misión de InSight”, dice el comunicado de la NASA.

Y es que el último terremoto registrado en el planeta rojo fue en 2021. Cuando el InSight detectó un movimiento sísmico que duró aproximadamente una hora y que alcanzó los 4,2 grados de magnitud.

“El equipo científico deberá estudiar más a fondo este nuevo terremoto antes de poder proporcionar detalles. Como su ubicación, la naturaleza de su fuente y lo que podría decirnos sobre el interior de Marte”, señala la NASA.

La misión InSight Mars, tiene como objetivo estudiar e investigar la evolución geológica temprana de Marte. Esto permitirá proporcionar a los científicos información para comprender mejor a los planetas tipo rocosos del Sistema Solar.

Aterrizando en la superficie marciana a finales de 2018, desplegó una herramienta llamada sismógrafo, con ella mide las ondas que viajan por la corteza, manto, y núcleo del planeta.

“Este terremoto seguramente proporcionará una vista del planeta como ninguna otra. Los científicos analizarán estos datos para aprender cosas nuevas sobre Marte en los próximos años”, comentó Bruce Banerdt, investigador principal de InSight.

terremoto
InSight (imagen referencial), NASA.

¿Qué nos permite saber un terremoto en Marte?

En 2021, la NASA dio a conocer los 3 hallazgos más relevantes que pudieron descubrirse sobre Marte gracias al InSight. Estos se concluyeron a partir de equipos formados por científicos que son parte de esta misión.

El primero lugar, el equipo dirigido por el sismólogo de ETH Zurich (Suiza) Simon Stähler, concluyó que el núcleo de Marte está hecho de níquel y hierro líquido. Esto a través de los datos que se generaron durante los 11 temblores más fuertes que hubo en el planeta para ese entonces.

Además, se confirmó que el núcleo es mucho más grande de lo que se estimaba (entre 3.589 y 3.734 kilómetros de ancho) y probablemente menos denso.

Otro equipo, liderado por Amir Khan, científico del Instituto de Geofísica de la ETH de Zúrich y del Instituto de Física de la Universidad de Zúrich, se encargó de examinar el manto marciano.

El manto marciano corresponde a la capa que se encuentra entre la corteza y el núcleo. Con los datos obtenidos de él se determinó, que la litosfera de Marte, aunque similar en su composición química a la de la Tierra, carece de placas tectónicas. Incluso es 90 kilómetros más gruesa que en nuestro planeta.

Este equipo estima que el grosor adicional es la cristalización y solidificación de un océano de magma, lo que significa que Marte pudo haberse congelado rápidamente durante sus años de formación.

Finalmente, el tercer equipo, a cargo de la sismóloga planetaria de la Universidad de Colonia (Alemania) Brigitte Knapmeyer-Endrun, analizó la corteza marciana. Es decir, la capa de rocas en su superficie.

De ella descubrieron que, aunque es probable que la corteza del planeta sea muy profunda, es más fina de lo que esperaban los científicos.

La misión del módulo InSight Mars, completó sus objetivos científicos originales a fines de 2020. Sin embargo, la NASA extendió la misión hasta diciembre de 2022.