La misión Lucy de la NASA, la primera de la historia dedicada a estudiar los asteroides troyanos (vestigios de la formación del Sistema Solar), ha despegado este sábado a bordo de un cohete Atlas 5 de la empresa United Launch Alliance (ULA, en inglés).

El lanzamiento se produjo a las 5.34 locales (9:34 GMT) desde el Centro Espacial Kennedy de Cabo Cañaveral, Florida (Estados Unidos) y desde el Twitter de la NASA fue celebrado con un escueto y redondo mensaje: “Lucy is in the sky!”.

A partir del despegue, está previsto que Lucy sobrevuele la Tierra dos veces para acelerar y alcanzar los 24.000 kilómetros por hora; después viajará en una órbita en la que apenas usará combustible.

Lucy empezará a trabajar en 2025 y finalizará su misión dentro de 12 años, y en ese tiempo estudiará ocho asteroides: uno del cinturón principal y siete troyanos, ‘fósiles’ del Sistema Solar primitivo, de hace más de 4.000 millones de años, que pueden dar pistas sobre los orígenes planetarios.

De hecho, la misión se llama ‘Lucy’, como el fósil de Australopithecus Afarensis, de más de tres millones de años, que fue descubierto en 1974 en Etiopía, y que fue bautizado como la canción de los Beatles, “Lucy in the sky with diamonds”.

Aquel fósil fue un hallazgo clave para el estudio de la evolución humana y, ahora, esta misión espacial puede ser una oportunidad única para entender nuestros orígenes planetarios y quizás para averiguar cómo la vida llegó a la Tierra.

En la retransmisión en directo de la NASA, numerosos expertos fueron entrevistados, entre ellos, Donald Johanson, el paleoantropólogo que descubrió a Lucy, para quien esta misión es una muestra de la capacidad creativa del cerebro humano, o Bob Cabana, administrador asociado de la NASA, quien dijo que “mirar atrás, hasta el origen, es emocionante”.

Cathy Olkin, científica planetaria en el Southwest Research Institute e investigadora principal adjunta de la misión, explicó que Lucy servirá para estudiar la formación y evolución del Sistema Solar y para ahondar en la comprensión de dónde venimos.

Además, numerosas personalidades, como el turco Orhan Pamuk (Nobel de Literatura 2006) o el estadounidense Billy Collins (Poeta Laureado), enviaron vídeos con sus mejores deseos para la nave, aunque quizá el mensaje más especial fue el del batería de los Beatles, Ringo Starr, quien dijo: “estoy tan contento…, Lucy vuelve al cielo con diamantes. A John le encantaría…Lucy, si conoces a alguien allí, dales paz y amor de mi parte”.

En su misión, Lucy seguirá a un asteroide del cinturón principal, entre Marte y Júpiter, y a siete troyanos, pequeños remanentes del Sistema Solar primitivo atrapados en órbitas estables y agrupados en dos “enjambres” que guían y escoltan a Júpiter en su camino alrededor del Sol.

Es la primera misión de la historia destinada a examinar a esta enigmática población de pequeños cuerpos que orbitan alrededor del Sol más allá del cinturón de asteroides principal, atrapados por Júpiter y el Sol.

La nave estudiará a los asteroides en pocos minutos, mientras los sobrevuele en la distancia más cercana que será de un promedio de unos 1.000 kilómetros y, para ello, va equipada con los instrumentos L’TES, L’Ralph, y L’LORRI, que recopilarán los datos necesarios para intentar desvelar los misterios de la formación de los planetas.

El primero es un espectrómetro de emisiones térmicas que ayudará a una mejor comprensión de las propiedades físicas del regolito, que son fragmentos de roca, granos minerales y otros depósitos superficiales hallados sobre roca sólida inalterada.

L’Ralph
es la combinación de una cámara visible multiespectral y un espectrómetro de imágenes infrarrojas para buscar hielo y sustancias orgánicas y determinar la composición del mineral de los asteroides.

Mientras, el L’LORRI proporcionará imágenes detalladas en blanco y negro de la superficie de los troyanos que ayudarán a comprender las características geológicas y el recuento de cráteres, lo que ayudará a determinar la edad de estos asteroides.

Pero la nave, además, llevará consigo una cápsula del tiempo con mensajes inspiradores de pensadores y poetas laureados de distintas nacionalidades.

Cuando Lucy termine su misión, en 2033, la nave seguirá viajando entre los asteroides troyanos y la órbita de la Tierra durante al menos varios cientos de miles de años, aunque, si todo va bien, podría navegar durante millones de años.

Y quizá, algún día en un futuro lejano nuestros descendientes encontrarán a Lucy flotando entre los planetas.