Aunque ha sido objeto de estudio por varios años, cada cierto tiempo los científicos realizan nuevos hallazgos de la Luna que nos vuelven a sorprender.

En esta ocasión, los miembros del equipo del instrumento de radiofrecuencia miniatura (Mini-RF) del Lunar Reconnaissance Orbiter (LRO) descubrió que nuestro satélite natural posee mucho más metal de lo que se creía.

Tal como recoge el sitio especializado Space, los expertos llegaron a esta conclusión gracias a las observaciones y datos recabados por la sonda espacial.

Específicamente, los científicos notaron que el polvo de los cráteres de la Luna es más rico en metales -óxidos de Hierro y Titanio- en comparación a las rocas terrestres.

De acuerdo al estudio, publicado en Earth and Planetary Science Letters, este polvo fino forma parte del material expulsado desde debajo de la superficie lunar durante los impactos de meteoritos.

Este hallazgo es importante porque básicamente da pistas sobre el origen de la Luna. Históricamente la teoría más aceptada sostiene que el satélite se desprendió de la Tierra producto del gigantesco impacto de un protoplaneta del tamaño de Marte llamado Theia.

Representación artística del impacto que habría formado a la Luna | NASA
Representación artística del impacto que habría formado a la Luna | NASA

En particular, la discrepancia entre la cantidad de hierro en la corteza de la Luna y de la Tierra abre nuevas interrogantes sobre qué partes del manto y corteza terrestre fueron las que se lanzaron a la órbita hace 4.500 millones de años.

De esta manera, es posible que el impacto de Theia haya sido más devastadora para la Tierra primitiva, o que la colisión podría haber ocurrido cuando nuestro planeta aún era joven y se encontraba cubierto por un océano de magma.

“Este emocionante resultado de Mini-RF muestra que incluso después de 11 años de operación en la Luna, todavía estamos haciendo nuevos descubrimientos sobre la historia antigua de nuestro vecino más cercano”, dijo Noah Petro, científico del proyecto LRO en el Centro de Vuelo Espacial Goddard de la NASA.

“Los datos MINI-RF son increíblemente valiosos para contarnos sobre las propiedades de la superficie lunar, ¡pero usamos esos datos para inferir lo que sucedía hace más de 4.500 millones de años!”, complementó.