La cápsula espacial de Boeing, Starliner, sin tripulación a bordo, aterrizó el domingo en el desierto de Nuevo México, en el oeste de Estados Unidos, tras fracasar en su objetivo de unirse a la Estación Espacial Internacional (ISS).

Imágenes transmitidas por la Nasa mostraron el regreso a la Tierra de la cápsula, durante la noche, tras un descenso desacelerado por tres enormes paracaídas.

Starliner debió haberse unido a la ISS el sábado pero un error en el contador de “tiempo transcurrido” de la misión le impidió colocarse en la órbita correcta. Por ello, Boeing y la NASA decidieron traer a Starliner de vuelta a la Tierra después de 48 horas, seis días antes de lo programado.

NASA
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La cápsula, que solo tiene un maniquí a bordo, aterrizó a las 05:58 (09:58 en Chile) en la base de White Sands, un minuto después de lo previsto.

Un escudo térmico protegió la cápsula durante el ingreso a la atmósfera, cuando la fricción elevó la temperatura al exterior del vehículo a más de 1.600º Celsius. Los motores de Starliner aparentemente funcionaron bien para comenzar el descenso desde la órbita a 250 km de altitud, cuando la cápsula volaba a más de 28.000 km/h.

La derrota parcial de Starliner es otro golpe para Boeing, que aún sufre las secuelas de dos accidentes mortales en su avión 737 Max.

Pero también es un revés para la Nasa, que cuenta con ese vehículo para transportar astronautas a la ISS a partir de 2020 y así romper su dependencia de Rusia, único país desde 2011 que opera naves espaciales tripuladas, las Soyuz.