La NASA asignó cerca de 3.000 millones de dólares al gigante de la industria aeroespacial Lockheed Martin para construir tres cápsulas Orion, las naves con las que astronautas estadounidenses volverán a posarse sobre la Luna a partir de 2024.

El contrato, anunciado el lunes por la agencia espacial y Lockheed Martin, prevé un primer encargo de tres cápsulas por 2.700 millones de dólares para las misiones III, IV y V del programa Artemisa, que tiene previsto enviar por primera vez a una mujer al satélite.

Cada una de las cápsulas transportará a cuatro astronautas y debe poder reutilizarse “al menos una vez”.

La agencia tiene previsto encargar tres cápsulas adicionales en 2022 para las misiones VI, VII y VIII, por 1.900 millones de dólares, según un comunicado de la NASA.

“Este contrato asegura la producción de (cápsulas) Orion para la próxima década, y demuestra el compromiso de la NASA para establecer una presencia permanente en la Luna (…) y preparar el envío de astronautas a Marte”, dijo el administrador de la agencia, Jim Bridenstine.

Aunque de apariencia similar a las cápsulas de la misión Apolo de las décadas de 1960 y 1970, esta nave será mucho más espaciosa, con capacidad para acomodar a una tripulación por tres semanas y mantenerse unida a la futura miniestación orbital lunar Gateway por seis meses.

El primer vuelo no tripulado del programa Artemisa, bautizado así en honor a la diosa griega, hermana melliza de Apolo, está previsto para 2020, pero la agencia ha admitido que no podrá cumplir con el cronograma.