La sonda china Chang’e-4, que se posó en el lado oculto de la Luna a principios de este año, habría descubierto restos de minerales procedentes del subsuelo, cuya composición sigue siendo desconocida.

Los minerales hallados (olivino y piroxeno con poco contenido en calcio) son diferentes a los que están presentes en las muestras de la superficie de la Luna, asegura un estudio publicado este miércoles en la revista Nature.

La sonda Chang’e-4 logró el 3 de enero el primer alunizaje de la historia en el hemisferio lunar que está permanentemente oculto desde el punto de vista de la Tierra.

La sonda se posó en el cráter Von Karman, situado en el interior de la cuenca Polo Sur-Aitken, una de las mayores estructuras de impacto meteórico conocidas en el sistema solar.

Los científicos esperan encontrar elementos del manto de la Luna que salieron a la superficie por el choque violento de un meteorito.

Todavía hoy la estructura y el origen del satélite de la Tierra son temas de debate entre científicos.

Las características del subsuelo y en particular su composición, siguen siendo desconocidas y poco documentadas, asegura Patrick Pinet, del Instituto de Investigación en Astrofísica y Planetología en un comentario publicado junto al estudio.

El descubrimiento de estos componentes “confirmaría que es posible tomar muestras en esta zona de materiales del manto lunar”, lo que sería una primicia, añadió.

China National Space Administration (CNSA) | Agence France-Presse
China National Space Administration (CNSA) | Agence France-Presse

Según la hipótesis más aceptada, llamada del “impacto gigante”, la Luna fue creada hace unos 4.500 millones de años cuando la Tierra primitiva recibió el impacto de un cuerpo celeste tan grande como el planeta Marte, llamado Theia.

Esta colisión habría desprendido material de la Tierra rocas y magma y fusionado los elementos pesados (hierro) de ambos cuerpos en el nucleo de la Tierra.

Los materiales eyectados al espacio se habrían aglomerado en pocos miles de años para formar la Luna. Inicialmente solo habría sido un océano de magma que se enfrió paulatinamente.

Los elementos más ligeros se quedaron en la superficie y formaron la corteza mientras que los minerales más densos (como la olivina) cayeron al manto lunar.

“Los datos obtenidos por CE-4 muestran claramente que la olivina está presente en abundancia en el lugar de aterrizaje”, explica a la AFP Dawei Liu, de la Academia China de Ciencias.

Según el científico, coautor del estudio, estos resultados refuerzan la hipótesis llamada del “océano de magma lunar”.