La NASA eligió un antiguo delta como el lugar de aterrizaje de su rover Mars 2020, un vehículo no tripulado de exploración espacial, para buscar evidencias de vida en el planeta rojo, dijeron el lunes funcionarios.

Aunque en la actualidad Marte es frío y seco, el sitio de aterrizaje escogido, el cráter Jezero, fue la cuenca de un lago de 500 metros de profundidad que se abría a una red de ríos hace entre 3.500 y 3.900 millones de años.

“El delta es un buen lugar para que se haya depositado la evidencia de vida y se haya preservado durante los miles de millones de años transcurridos desde que este lago estuvo presente”, dijo a los reporteros Ken Farley, científico del proyecto Mars 2020 del Laboratorio de Propulsión a Chorro de la NASA, durante una conferencia telefónica.

Expertos creen que la cuenca de 45 kilómetros de ancho podría haber recolectado y preservado antiguas moléculas orgánicas y otros signos potenciales de vida microbiana.

Al menos cinco tipos diferentes de rocas, entre ellas “arcillas y carbonatos, que tienen un alto potencial para preservar las huellas de vidas pasadas”, se encuentran en el cráter, ubicado justo al norte del ecuador marciano, explicó la agencia espacial.

Los científicos debatieron dónde aterrizar el rover durante los últimos cuatro años y llegaron a su decisión tras evaluar más de 60 sitios posibles.

El vehículo explorador Mars 2020, un proyecto conjunto de la Agencia Espacial Europea y la NASA con un costo de 2.500 millones de dólares, será lanzado en julio de 2020 y tocará tierra en Marte en febrero de 2021.

El rover está diseñado para aterrizar dentro del cráter y recolectar muestras que finalmente serán devueltas a la Tierra para un análisis más profundo, tal vez para finales de la década de 2020.

Pero primero, el vehículo tiene que posarse en la superficie intacto y de pie, sorteando un campo de rocas, trampas de arena y las orillas del delta.

Mars 2020 utilizará el mismo tipo de aterrizaje que posó con éxito al vehículo no tripulado Curiosity, también de la NASA, en el cráter Gale del planeta rojo en 2012.

El cráter Gale, con sus muchas capas de sedimento, fue elegido para hurgar en la historia de cómo Marte hizo la transición de un planeta cálido y húmedo al helado y polvoriento que es hoy.

El sitio de aterrizaje del cráter Jezero es diferente debido a sus abundantes rocas carbonatadas y lo que se espera que estas puedan revelar sobre la antigua habitabilidad en Marte, dijo la agencia espacial.

En lugar de tener un laboratorio analítico a bordo, como tiene el Curiosity, Mars 2020 está diseñado para mirar las rocas en una escala más fina, viendo qué biofirmas conservan.

Luego las recolectará en un compartimento y una misión separada, aún por definir, traería las rocas de regreso a la Tierra para su estudio posterior.