El pasado miércoles 22 de febrero la NASA dio a conocer un importante anuncio. Por medio del telescopio espacial Spitzer, un grupo de científicos descubrió un sistema de planetas del tamaño de la Tierra alrededor de una pequeña estrella llamada Trappist-1, ubicada fuera del Sistema Solar.

“Este descubrimiento marca un nuevo récord de mayor número de planetas en zonas habitables que giran alrededor de una sola estrella, fuera de nuestro Sistema Solar”, explicó la Agencia Espacial Norteamericana en aquella oportunidad.

“Todos estos 7 planetas podrían tener agua líquida -que, como sabemos, es la clave para la vida- bajo las condiciones atmosféricas adecuadas, pero las probabilidades son más altas en 3 de ellos”, agregó.

Es por esto que muchos se hacen la pregunta sobre cuál es la posibilidad real de encontrar vida extraterrestre en estos nuevos planetas.

Al respecto, el profesor Patricio Rojo del Departamento de Astronomía de la Universidad de Chile señala: “Este sistema se hizo muy conocido por que tres de sus planetas se encuentran en la Zona Habitable”.

Captura | Youtube
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Rojo explica que esta es una zona que permite -y no necesariamente garantiza- el agua en estado líquido. “Esta Zona Habitable solamente garantiza la temperatura y no la existencia de agua. Quizás no tiene agua”, agrega.

Precisamente la presencia de agua será parte de los estudios que los especialistas desarrollarán en los próximos años, y así conocer con mayor detalle la composición de su atmósfera.

“Sabiendo un poco más de su temperatura, y dado que sabemos un poco de su temperatura, podríamos dar un paso saber si es un planeta que tenga vida”, enfatiza.

En ese sentido, el experto aclara que la “vida” tiene mucha variedad ya que es producto de la evolución, la que no necesariamente conduce a inteligencia.

Como ejemplo podemos citar el caso de los dinosaurios, los que a pesar de habitar la Tierra por cerca de 135 millones de años, nunca pudieron desarrollar inteligencia.

Cabe precisar que para llegar a Trappist-1, tardaríamos alrededor de 1,5 millones de años con la tecnología del transbordador espacial.