Existe una división especial, programada para ir a la guerra, sin que sus integrantes se vuelvan una baja sensible cuando ocurre una emboscada o si el intercambio con el enemigo se vuelve feroz.
Sus circuitos están destinados para ser los asistentes más eficientes de los soldados en terreno hostil.
Los antecesores de estos robots militares son, irónicamente, descendientes de otra división no menos importante: la que apoya en el hogar y pone a girar con su “Roomba” una estrategia de limpieza contra otro enemigo: la suciedad.
La compañía iRobot, creadora de la aspiradora robot, fue más allá. Pasó del campo de acción de limpieza, al de batalla, con una tropa que ha llamado la atención social y se ha ganado el respeto de los uniformados estadounidenses en zonas de conflicto.
“Lo que hacemos en iRobot es buscar problemas que un robot pueda resolver y construir robots lo más simples posible y que aún así puedan resolver problemas que identificamos. Por ejemplo, nuestro robot más pequeño”, declaró a Discovery Science, Collin Angle, co-fundador y CEO en iRobot.
Ese “robot más pequeño”, realiza enormes tareas por los soldados en terreno.

First Look: pequeño por fuera, grande en asistencia
Las imágenes que acompañan la hazaña de este pequeño gigante en campos de batalla, han sido publicadas también en medios estadounidenses como arstechnica.com, especializado en tecnología y más.
Muestran a la unidad, de 2.13 kilogramos, siendo lanzada por un militar que la hace volar hacia el interior de una ventana rota, en en el segundo piso de un edificio, donde puede captar presencias hostiles en su interior. Lo recorre con precisión y su cámara frontal se vuelve los ojos de los uniformados quienes se quedan relativamente a salvo, lejos de los espacios inseguros.
“First Look fue diseñado para ingresar a un área donde pueda haber algo peligroso o malo y usa sus cámaras y sensores integrados, para captar información del lugar”, confirma Angle. Este asistente cabe en la mochila de su soldado al mando.

PackBot: un tanque en miniatura
Se trata de un prototipo más avanzado que su compañero First Look.
PackBot, es descrito por sus creadores como un robot móvil táctico, de multimisión, desarrollado para ser utilizado por tropas y socorristas que deben llevar a cabo misiones peligrosas en escenarios de campo de batalla de alta amenaza.
“Es un tanque en miniatura increíblemente resistente. Este robot puede ser arrojado desde un edificio y puede subir escaleras o sumergirse bajo el agua, puede usar su brazo para desactivar los detonadores de un explosivo o tomar el explosivo, algo muy peligroso, y llevarlo a un lugar seguro donde pueda ser desactivado correctamente”, asegura Angle, con un gesto de confianza extrema sobre sus prototipos guerreros.
El sitio Army-Technology describe otras características de este funcional soldado computarizado, asegurando que puede realizar vigilancia y reconocimiento, detección química, biológica, radiológica y nuclear. Se encarga, además, de la limpieza de rutas y edificios, eliminación de artefactos explosivos, manipulación de materiales peligrosos, detección de dispositivos explosivos improvisados e inspecciones.
Los operadores lo configuran de acuerdo a sus necesidades y su misión. En Afganistán, por ejemplo, el ejercito estadounidense cerro filas, acompañado de unos 2.000 PackBots.

Warrior: “la mayor creación en robots militares”
Si hay un robot asistente de guerra, y de múltiples tareas, ese es Warrior.
Desde levantar enorme peso, incluso remolcando un auto, hasta buscar y desactivar explosivos improvisados. Actualmente, los robots suelen usarse para desactivar explosivos, según la compañía creadora.
Lo anterior, ha conseguido que los militares que los operan, les otorguen un grado de respeto y hasta de cariño por sus capacidades en terreno de batalla.

Una de las historias lo comprueban. Un 510 PackBot (de la otra unidad asistente) fue dañado por uno de los explosivos en Afganistán. Su operario se vio afectado.
“Era parte de un equipo de desactivación y en su decimaoctava misión, la bomba explotó y destruyó al robot. El operador llevó al robot de regreso en sus brazos, como si fuera un compañero herido. ‘¿Puedes reparalo? Por favor, tienes que repararlo’. Como si fuera un compañero humano al que había que salvarle la vida”, relató Collin Angle, desde iRobot.

Un giro desde la Roomba
A iRobot le significó un éxito de ventas su robot Roomba. Sin embargo, cuando su división “Defensa y Seguridad”, fabricó a los asistentes de guerra para las tropas estadounidenses, el negocio se volvió redondo, como el giro de la aspiradora, limpiando en casa.
Con la fabricación de los prototipos militares, fue necesario separar a la asistente del hogar, de sus similares en el campo de batalla. No había razón de ser para mezclar la guerra contra la suciedad que la que libraban soldados en terreno iraquí y afgano, por ejemplo.
“Estos robots, no representan un futuro frío y oscuro. Ellos salvan las vidas de nuestros soldados. Cada vez que se usa un robot, en vez de un soldado”, insistió Angle.
En 2016, en un comunicado de prensa, Arlington Capital Partners anunció la compra de la división (“Defensa y Seguridad”) por “hasta 45 millones de dólares en consideración total”.
La nueva empresa está totalmente dedicada a los robots militares y policiales, y está dirigida por el equipo de gestión de Defensa y Seguridad existente.
Para bajarle un par de circuitos a la intensidad, iRobot dijo que la firma era más grande en cuanto a venta de la Roomba, en comparación con su antigua división bélica, que hasta hace 5 años había vendido 14 millones de robots militares.
Datos oficiales estiman que, un año después, se habían vendido 18 millones de aspiradoras Roomba. Sin embargo, siendo un rubro ahora distinto, de lo único que la compañía fabricante se debe preocupar es del acecho de quienes ven a estas asistentes del hogar como un enemigo o, cuando menos, un extraño en su territorio.
