Un equipo de investigadores ha presentado un nuevo e innovador método para tratar heridas graves.

Tal como recoge el medio Business Insider, se trata de una pistola de pegamento caliente que permite adherir tejidos humanos sin provocar daños en el paciente.

Este dispositivo fue creado por expertos del Instituto de Tecnología Technion-Israel, quienes buscaron una nueva opción ante los tratamientos que se emplean en la actualidad.

De acuerdo al citado medio, hoy en día las lesiones de mayor gravedad son cerradas con puntos de sutura, técnica que además de ser dolorosa para el paciente, deja cicatrices.

En tanto, las suturas en el intestino, los pulmones o los vasos sanguíneos frecuentemente tienen fugas y, por lo tanto, requieren un sellador.

Mejores resultados

Boaz Mizrahi, jefe del Laboratorio de Biomateriales del Technion, explicó que este nuevo pegamento que han desarrollado es un “dos en uno”, es decir, reemplaza a los puntos de sutura y también al sellador, siendo útil para las lesiones externas e internas.

Mediante el uso de esta nueva pistola, los científicos afirman que se podrán obtener mejores resultados, tanto médicos como estéticos.

Si bien los bioadhesivos tisulares son utilizados con bastante frecuencia en las cirugías, los pegamentos de tejido tienen algunas limitaciones.

Debido a su toxicidad, solo pueden ser empleados en la superficie de la piel. Pero eso no es todo, ya que además el endurecimiento del pegamento puede hacer que el órgano sea menos flexible de lo normal.

Boaz Mizrahi, jefe del Laboratorio de Biomateriales del Technion | Times of Israel
Boaz Mizrahi, jefe del Laboratorio de Biomateriales del Technion | Times of Israel

Para corregir esto, los encargados de esta investigación presentaron un adhesivo tisular sumamente fuerte, cuya principales características es que no es tóxico y que además se mantiene flexible incluso después de su solidificación.

En tanto, para no provocar daños ni quemaduras en el paciente, el dispositivo calienta el pegamento a una temperatura moderada.

Luego que se endurece, el pegamento -que ha sido probado en células y animales de laboratorio- se disuelve en pocas semanas.

El uso de este polímero para fines médicos ya fue aprobado previamente por la Administración de Drogas y Alimentos de los Estados Unidos (FDA).