Uber anunció este miércoles una alianza con la NASA para el programa en desarrollo de transporte a demanda utilizando dispositivos aéreos.

La empresa informó además que Los Ángeles se unirá a Dallas-Fort Worth (Texas) y el Emirato de Dubai para las pruebas del UberAIR.

La metrópolis californiana podría parecerse a la proyectada por Ridley Scott en su película de ciencia ficción “Blade Runner”, con autos voladores para evitar los grandes atascos. Cabe señalar que California y Texas son los estados con más automóviles en Estados Unidos.

“La participación de Uber en el proyecto para UTM [drones] de la NASA ayudará a la compañía a alcanzar la meta para comenzar a demostrar vuelos de UberAIR en ciudades estadounidenses para 2020”, indicó un comunicado.

La empresa señaló además que “planea explorar otras oportunidades de colaboración con la NASA que jugarán un papel importante en el nuevo mercado de movilidad urbana aérea”.

La primera demostración está prevista para 2020 y la fase comercial para tres años después, con los Juegos Olímpicos de 2028 en la mira.

Captura | Youtube
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Matthew Wing, portavoz de Uber, dijo a la agencia de noticias AFP que en principio los vehículos contarán con un piloto y eventualmente serán automatizados.

Un trayecto entre el aeropuerto de Los Ángeles y el Staple Center -sede de múltiples eventos deportivos y artísticos, en el centro- tomaría 27 minutos, tres veces menos que por auto, exaltó el comunicado.

Uber espera contar con una pequeña flota en todo el país de estos aparatos eléctricos de despegue vertical (VTOL, en inglés), a medio camino entre el automóvil volador y el mini helicóptero, que además son más económicos y menos dañinos del medio ambiente.

En un video, que puedes ver al final de esta nota, se ilustró cómo funcionaría la aplicación, similar a la actual para autos. Pero el UberAIR se tomará en helipuertos u otros puntos diseñados para tal fin.

Pascal Pincemin, de la firma Deloitte, dijo en el Salón Aeronáutico de París que no veía estos taxis voladores convertirse en algo común antes de 2050, porque primero habría que comprobar su fiabilidad.