La distribución de Moonlight (Barry Jenkins, 2016) en Chile fue tardía, ya que digámoslo, no era LA favorita para llevarse la estatuilla a Mejor Película. Pero luego del bochornoso 26 de febrero, cuando los productores de La La Land se toman más de dos minutos para agradecer un premio que, al final, no era de ellos, las miradas se enfocaron en este otro drama, que por fin ya está en las salas locales.

Moonlight cuenta la historia de un muchacho, en un relato de tres episodios, cada uno en una personalidad distinta: Little, de pequeño; Chiron, de adolescente, y Black, de adulto. En una progresión que bien podría ser como la de Boyhood (Richard Linklater, 2014), vemos al personaje crecer, y por ende, evolucionar en la conciencia de su propia identidad.

"Moonlight"
“Moonlight”

En ese puntapié inicial entra Juan (Mahershala Ali, ganador al Óscar al Mejor Actor de Reparto), un traficante de drogas, de aspecto tosco y duro, que rescata a Little luego que éste se escondiera de unos compañeros abusones. Juan entiende qué ocurre con Little y, del personaje que menos se podría esperar empatía, viene un entendimiento paternal que se ve enfrentado a la verdadera madre de Little, una drogadicta que, obviamente, obtiene su mercancía de Juan.

El papel de Ali es tan fuerte, que incluso apareciendo en relativamente pocas escenas de la primera parte, la Academia lo premia. Juan acompaña a Little en este camino, asumiendo roles y llenando vacíos que la película no se esfuerza en explicar (nunca sabremos nada del verdadero papá de Chiron, el verdadero nombre del niño). La escena en que le enseña a nadar es de sólo un minuto, pero lo suficientemente potente para entender qué es lo que se construye.

La premiación de "Moonlight" en los Pscar 2017 | Agencia AFP | Mark Ralston
La premiación de “Moonlight” en los Pscar 2017 | Agencia AFP | Mark Ralston

Lamentablemente esa claridad de la primera parte, empieza a diluirse en clichés sobre la marginalidad negra, que ya ha sido elaborada una y mil veces en el imaginario de Hollywood, como cine del ghetto. Eso, sin contar el tratamiento visual de la película, con una cámara viva que ayuda a crear atmósfera.

Además, en el camino para descubrir su identidad, Chiron tendrá un mejor amigo Kevin, un estereotipo del amigo gay que mantiene una familia convencional. Aquella relación, eso sí, veremos que tiene forma de rupturismo, aunque en el fondo no lo es. Como bien señaló la crítica británica del Sunday, Camilla Long, es una cinta que explota esta marginalidad para un público no-negro y no-gay, quien pueda ver esta historia incluso desde la piedad.

Lejos de ser un cine fiel a su mundo, y subversivo, como Spike Lee en Do The Right Thing (1989), Moonlight cae en la corrección política que suele premiarse en la Academia. El que podría ser el punto más destacable, más allá de la historia, es el reconocimiento del impacto en las relaciones humanas, y cómo éstas pueden formar tu carácter cuando eres niño.

Moonlight (2016)
Dirección y Guión: Barry Jenkins
Protagonistas: Trevante Rhodes, André Holland, Janelle Monáe, Ashton Sanders, Jharrel Jerome, Naomie Harris, Mahershala Ali