Cada habitante de los Estados Unidos, de conducta normal y de clase media, lanza al aire cada año 13.600 kilos de gas carbónico con efecto invernadero. En cambio, cada habitante de la China, igual de clase media, lanza a la atmósfera solo 8.200 kilos del mismo gas.

Se ha calculado con bastante exactitud que cada ser humano emite diariamente algo más de 700 gramos de dióxido de carbono. Es decir, solo con nuestra respiración los 8.000 millones de seres humanos que nos estamos apretujando en el planeta Tierra emitimos a la atmósfera 5.600 toneladas de gas con efecto invernadero. Y eso no afecta mayormente la salud de la atmósfera terrestre.

El problema está en los gases y la variedad inmensa de otras sustancias contaminantes que los 8.000 millones vaciamos en el aire, en el agua y en la tierra de nuestro planeta siguiendo lo que nos dicen que supuestamente podría hacernos más felices. Tener un auto, por ejemplo.