El presidente Joseph Biden pronunció su primer discurso oficial ante el Congreso de su país, donde el oficialismo, el Partido Demócrata, sólo tiene una precaria y frágil mayoría. Por la pandemia, sólo unos pocos parlamentarios habían llegado personalmente al Capitolio, pero sin duda la totalidad de ellos estuvo conectada audiovisualmente por Internet. Se sabía que el jefe de estado haría anuncios de muy alto impacto y así nomás fue.

De hecho, Biden anunció su decisión de cambiar radicalmente el rumbo de la economía de su país. Y no solo eso. Anunció además que se propone iniciar un programa de planificación, regulación e inversiones del Estado en proyectos industriales en términos bastante similares al planteamiento del New Deal del presidente Franklin Delano Roosevelt, de carácter netamente socialista democrático.

Es decir, el programa planteado por Joseph Biden, con toda claridad, anuncia la intervención directa y enérgica del Estado, que, según sus propias palabras, ahora va a actuar directamente para la gente y con la gente.

Por supuesto, eso implica que el nuevo gobierno de Estados Unidos dio por fracasada la aventura ideológica neoliberal.