El discurso de Donald Trump en las naciones unidos solo podía desembocar en lo que pasó, jefes de Estado estallando de la risa.

El presidente de los Estados Unidos se pone a cualquier doctrinal multilateral, abrazando el patriotismo, donde cada nación debe ser fuerte y poderosa para defender su propia soberanía y hacerla prevalecer por los demás.

China y Rusia en cambio, se mostró a favor del globalismo, sumando el apoyo incluso de aliados de Estados unidos.

Otros, como Chile, defendieron el patriotismo de Trump, lo que reveló la incapacidad de nuestro país para aprender de nuestra propia historia, como el llamado incidente del Baltimore, riña entre marinos chilenos y gringos que terminó en humillación nacional.

Allí quedó demostrado que el patriotismo de los grandes funciona muy distinto al patriotismo de los chicos.

Al margen de la asamblea, la Unión Europea, más Alemania, China, Gran Bretaña, Irán y Rusia, elaborarán en conjunto un sistema bancario internacional capaz de eludir las sanciones impuestas por Estados Unidos contra Irán..

La asamblea en tanto, estuvo cargado de efectos inesperados, colaterales, que van más allá de la asamblea misma.

Se registró una roptura profunda entre Washington y la mayoría de sus más importantes aliados en Europa, Asia y Oriente Medio.

Venezuela en tanto, denunció la enorme operación sediciosa de Estados Unidos y la Unión Europea, que apunta a derrocar el gobierno bolivariano a cualquier precio. Junto con su denuncia, maduro insistió en la posibilidad de originar un diálogo racional y de buena fe.

Por ahora, el intento de Washington de provocar sobreproducción mundial de petroleo, provocó subida de los hidrocarburos.

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