Ataques terroristas, el peligro latente de una amenaza nuclear y crisis de las democracias. Al parecer, ya nadie tiene el control de los acontecimientos, sus crisis y sus desenlaces.

Numerosos son los hechos que se registran a nivel mundial que nos hablan de diversos peligros, por lo que una de las cosas claras es que, hay que cuidarse, porque no nos sobra nadie.

Terroristas han tenido acceso a arsenales de guerra de las grandes potencias mundiales. Estados Unidos tiene claro que Rusia será el protagonista clave para establecer el futuro de la República de Rusia. De hecho, también las Naciones Unidas está considerando participar en las negociaciones de paz propuestas para enero.

Corea del Norte y Corea del Sur han descartado comenzar un conflicto entre ellos e incluso han comenzando negociaciones. En América Latina en Honduras se agudiza el derramamiento de sangre en las protestas por el impresentable espectáculo de la elección presidencial, cuyo resultado sólo ha sido reconocido por Estados Unidos.

Es como si la humanidad entera, como la manada universal de la animalidad humana estuviese sumida en los pujos de un parto doloroso más allá de nuestra racionalidad. Un parto evolutivo en que el hijo del hombre ya no se parecerá del todo a sus progenitores.

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