Los ciudadanos de nuestro país hemos sido testigos, y muy probablemente protagonistas, de las últimas manifestaciones masivas a propósito de las pensiones y el sistema que las administra.

Sin embargo, mi sensación es que la emoción movilizadora a esta manifestación, es la ira ciudadana. Rabia contenida por muchos años frente al abuso, a la indolencia y la desconsideración por parte de quienes ostentan el poder político y económico.

Ha sido la oportunidad para manifestar lo que sentimos, más allá de si tenemos muy claro o no nuestra particular demanda frente a un tema complejo de abordar y difícil de resolver. No obstante, la queja ciudadana se hizo visible y se instaló para quizás no retroceder.

Y es que lo que yo creo que contiene esta manifestación ciudadana en el fondo, es la profunda queja contra el abuso generalizado, la corrupción descarada y por supuesto, el bajo nivel de nuestras pensiones.

Los organizadores de este movimiento pueden y con justa razón, pensar que la ciudadanía adhiere sin condiciones al eslogan de “No más AFP”. Sin embargo es lícito creo yo, hacernos la pregunta de cuál es realmente el foco de las demandas ciudadanas.

¿Es terminar con el sistema de AFP y volver al sistemas de reparto son reparar en los daños colaterales que una decisión de este tipo podría traer?

¿Es repensar el sistema para lograr generar pensiones justas y dignas para quienes inician su ciclo de supuesto “jubileo”?

¿O es sencillamente entender el clamor como un profundo descontento hacia la clase política y empresarial que pareciera no entender que este país cambió y que deben iniciar su retirada?

Más allá de esta incertidumbre, esta confusión en el foco de la demanda social deja traslucir una ausencia casi tenebrosa de liderazgo pues, una de las claves de los líderes de verdad, es clarificar las visiones y los focos que permitirán a un país como el nuestro, navegar con más sentido hacia la sociedad que queramos construir.

Estamos solos, sin líderes como en una embarcación sin rumbo navegando en la noche turbulenta, sin foco claro, con una tripulación desprestigiada y poco creíble.

Añoramos guía y sentido y espero por el bien de todos nosotros, que nos encaminemos a una reinvención de verdad de nuestra clase política, que nos permita volver a soñar y a poner foco en lo que realmente importa.

Oscar Cáceres
Coach y conferencista
Creador de Extraordinary People Model
www.oscarcaceres.com