Es posible un consenso sobre el 2017 como un buen año teatral, si se consideran títulos nuevos o más antiguos que apuntan a una auténtica innovación escénica con los pies puestos en la tierra.

En primer lugar, “Estado vegetal”, de Manuela Infante y Marcela Salinas, diálogo científico-humano, extraño y convincente con las plantas, el Mejor Montaje 2017 (Círculo de Críticos de Arte; 18 al 21, Gam, Stgo. a Mil 2018).

El Círculo distinguió como Mejor actor del año a Gabriel Urzúa, por su notable rol en “Pompeya” (de Gerardo Oettinger, dirección de Rodrigo Soto), una historia actual de travestis, con sentido y trascendencia.

Estado vegetal
Estado vegetal

Y seleccionó a “Prefiero que me coman los perros” (dirección de Jesús Urqueta) como Mejor dramaturgia (Carla Zúñiga), Mejor Actriz (Nona Fernández) y Mejor Diseño Integral.

En 2017 destacaron valiosas obras dedicadas a Violeta Parra, en el centenario de su nacimiento: “En fuga no hay despedida”, “Destino desamor, un viaje Violeta”, “Violeta ciudadana”, “El pájaro de Chile”, “Ayudándole a sentir” (19 al 21, TNCH, Stgo. a Mil).

También producciones con Shakespeare como referencia (“Ricardo III, el príncipe contrahecho”, “El mercader”, “Operación Hamlet”) y visitas a clásicos chilenos contemporáneos (“Locutorio”, de Jorge Díaz; “Flores de papel”, de Egon Wolff).

Hubo puestas en escena bien llamativas: “Correo”, de Paula Aros; “La fábrica”, de Camila Karl; “Fin”, de Trinidad Piriz y Daniel Marabolí; “Mi abuelo Horacio”, de Malucha Pinto; “Noche mapuche”, de Marcelo Leonart; “Historia de una gaviota y del gato que le enseñó a volar”, versión de María Izquierdo.

Y una muy especial: “Matar a Rómulo” (de Luis Barrales, dirección, Sebastián Jaña): sólido perfil innovador, efectividad en lo escénico e intensamente humano, inspirado en “Tito Andrónico”, de Shakespeare, obra compleja, aferrada a la historia de la humanidad, cuya sonoridad musical (composición de Anselmo Ugarte) aporta una personalidad autónoma que impregna la propuesta de principio a fin.

Algo de lo que viene: sugerencias

-Conectarse con los festivales Providencia Más Teatro (4 al 30); Juan Radrigán, Quilicura (4 al 28); Teatro en Verano (Adulto e Infantil), La Reina (3 al 27); Festival de Verano de Ñuñoa (24 al 28).

-Agendar con Festival Santiago a Mil 2018 en enero:

-JUEVES 4: “La Odisea” (Alemania), apuesta altamente segura sobre el mítico Ulises, cuyos hijos hablan sobre su padre y se preguntan si son ciertas las hazañas que se relatan sobre él.

-VIERNES 12: “Momento, Variación”, obra chilena de Angelo Solari, música escénica con actores-instrumentistas cuyos gestos, acciones y sonidos se organizan como una partitura.

-LUNES 15: “Tragedia y comedia latinoamericana” (Brasil), textos de Bolaño, Cabrera Infante y Barreto, con personas armando un rompecabezas sobre la condición de ser latinoamericano.

-MARTES 16: “Ukhupacha” (Bolivia), “Tierra interior”, en quechua. Monólogo ácido y atrevido en la voz de un enano que reflexiona con humor negro sobre el último siglo de historia de su país.

-MIÉRCOLES 17: “Tala” (Polonia). Un grupo de viejos artistas se reúne sin la rebeldía de otros tiempos, pues fueron transformados por el dinero, las comodidades y la alta posición social.

-SÁBADO 20: “Gemelos”, clásico chileno, basado en “El gran cuaderno”, de Agota Kristof, con dos niños que sienten y piensan igual y que deben aprender a sobrevivir, al dolor y al hambre.