El éxito en EE.UU. y otras plazas teatrales estimuló hacer en Chile una versión de “Trevor”, comedia negra de Nick Jones, inspirada en un dramático hecho real de 2009.

Con la traducción y dirección de Diego Muñoz (“¿Estás ahí?”), la obra habla de un chimpancé de 90 kilos, cuyo nombre original era Travis, domesticado socialmente por su dueña: dormía con ella,se lavaba solo y disputaba el controlremoto, además de ser famoso actor de comerciales de televisión.

Hasta que fue ultimado por la policía, luego que atacara a una vecina, rompiendo el siempre controvertido intento de convivir con estos primates homínidos.

Si se considera que ser humano y chimpancé comparten el impresionante 98.9 % del genoma, no es raro que el parecido se asuma como columna vertebral y centro de gravedad de Trevor y de la interpretación de Gonzalo Valenzuela.

Varios perfiles

El gesto físico del actor, con el tronco hacia delante, semi doblando la cintura y balanceándose al caminar, además de la agilidad para saltar y desplazarse en una habitación estrecha, dan una creíble y bien lograda kinética de chimpancé.

Y si a eso se agregan diálogos a través de muecas y sonidos guturales controlados –como si intentara hablar en cualquier momento-, se advierte el punto de vista de humanizar en escena al animal para destacar algunos valiosos conceptos.

-El falso derecho de dominación de algunas especies, encubierto de cariño y afecto.

-Que es posible una coexistencia pacífica, pero sobre la base de las emociones compartidas y el respeto a la diversidad.

-Y que chimpancé y personas, junto con desarrollar grados importantes de adaptación-domesticación mutua, nunca logran eliminar por completo la capacidad y posibilidad de ejercer la violencia hacia el otro.

Reacciones inevitables

De alguna manera, la propuesta también sugiere que los seres sometidos a sobre exigencias laborales, familiares u otras que violentan sus naturalezas, a menudo provocan en los afectados agudas reacciones por estrés que ni a través de la domesticación se pueden ahogar.

Cierta ignorancia y candidez caracteriza a la mujer que interpreta la actriz Solange Lackington, una dueña de casa que se ilusiona con este hijo adoptivo que acogió en su hogar y que ahora aloja en una jaula de hierro.

Lo sigue tratando con afecto y comprensión maternal, además de utilizar ciertos códigos de comunicación, generados en la convivencia.

Ella es testigo de las presiones de una productora publicitaria que sigue ofreciendo fama y dinero si Trevor vuelve a la TV, de la frialdad de un experto en animales y de los prejuicios y temores que el chimpancé despierta en una vecina y en el barrio.

Un personaje complejo en una obra entretenida que la actriz dota de suavidad y ternura, rasgos que intentan sobrevivir en el inhóspito medio social que, al parecer, nunca entenderá que es posible compartir entre ambas especies.

Centro Mori Parque Arauco. Viernes y sábado 20.00 horas.
Hasta el 27 de Agosto. Entrada general $ 15.000.