La superioridad moral de las elites "liberales"

No soy un fanático del rodeo pero respeto sincera, profundamente, este deporte tradicional y rechazo terminantemente los intentos de pequeños grupos por desprestigiarlo y eventualmente prohibirlo. En las actuales circunstancias políticas la condescendencia con actitudes como ésta constituyen una irresponsabilidad suicida que lleva mucha agua al molino de quienes en las sombras de sus fétidas madrigueras traman desviar la ira del pueblo hacia objetivos canallescos y criminales.