De buenas vibras y buena onda

No es mi intención juzgar a la Presidenta por un hecho relativamente insignificante. Y eso es lo que es la compra que le hizo a su nuera de un terreno que quedaba a 12 kilómetros del Proyecto Dominga. Es cierto que debía saber que el terreno que compraba estaba a poca distancia de ese proyecto. De hecho, la información apareció en la prensa unos días antes de que comprara.