Nibaldo Mosciatti: "Visita de Xi Jinping: Genuflexiones ruines"

Nos visita el presidente chino Xi Jinping. Y, como ya es habitual, viviremos lo peor de la diplomacia: la hipocresía y la simulación.

Si China no fuese una potencia -una potencia que compra materias primas, lo que la hace, hoy, un sostén fundamental de nuestra economía-, no recibiríamos a Xi Jinping con alfombra roja.

Al menos habría recato para acoger al líder de una dictadura que reprime toda disidencia, que sostiene un régimen de partido único y que viola los derechos humanos.