“El reciente temblor en la región de Coquimbo vuelve a poner en discusión la calidad de nuestras construcciones y sobre todo el cuidado que le damos a nuestros edificios patrimoniales. Vimos cómo en esta oportunidad muchas construcciones de adobe fueron dañadas por la fuerza del temblor, quedando muchas de ellas deterioradas. ¿Por qué algunas casas de adobe colapsan y otras se mantienen en pie? El problema no es el material, sino que el problema somos nosotros, los encargados de su mantención y cuidado.”
Revisa el Punto de Vista de Andrés Morales, miembro de la Organización Funcional Barrio Suárez Mújica.