“Esta Huelga Feminista General no es en realidad una huelga femenina, porque lo que ha ido pasando con el feminismo radical es que se ha ido transformando en anti-femenino”.
“Claro, esto parece muy duro de decir y de oír. Las personas que sostenemos estas tesis podríamos ser rápidamente insultadas y maltratadas por las personas que defienden el feminismo radical, pero si uno lee, por ejemplo, a la diputada Pamela Jiles en una reciente declaración en La Segunda, lo que estoy diciendo viene justamente del feminismo radical. Miren lo que dice la diputada: “sólo soy mujer en cuanto esencia estratégica, como sexo oprimido que actúa para abrirle paso a otras mujeres, pero en verdad, mi gÉnero es fluido y la finalidad de mi lucha transfeminista es que algún día vivamos en una sociedad donde nuestra biología no nos defina como personas ni sea motivo para ningún tipo de discriminación”.
“Es la propia diputada feminista quien sostiene que su posición femenina es sólo una “esencia estratégica”. Esta es la primera razón por la cual el feminismo radical atenta contra lo estrictamente femenino porque está disolviendo la condición femenina en su biología, lo dice la diputada Jiles, en su psicología y en su afectividad”.
Revisa la columna de opinión de historiador y académico de Foro Republicano, Gonzalo Rojas, en Bío Bío TV.