´´Cuando las instituciones están sanas y se cometen errores, la renuncia de los responsables es lo que corresponde. Cuando las instituciones están dañadas por la reiteración de los errores y las faltas, las renuncias se acompañan de reformas tímidas presentadas como espectáculo. Cuando las instituciones están golpeadas y destruidas por daños repetidos y múltiples, lo que importa no son las renuncias sino los avances hacia una reestructuración´´.
´´Lo que se necesita no son cabezas sino cambios institucionales. No se necesitan más fuegos de artificio, es necesario descargar a Carabineros de sus rezagos paramilitares. Las renuncias se suman y mientras unos se van, la experiencia de la tontera se pierde para que la autoridad pueda perseverar, con nuevos rostros, en las mismas indecisiones y confusiones en las que ha incurrido con entusiasmo a lo largo de este año. La renuncia, a más espectacular, encubre mejor los problemas de fondo y los reserva para la muñeca invisible que mueve los hilos de la confusión´´.
Revisa la columna de opinión del Director de la Fundación Chile Ciudadano, Fernando Balcells.