"El problema de Quintero y Puchuncaví es la suma de la contaminación de las empresas"

Quintero sufrió el martes su tercer episodio de intoxicación en dos semanas y acentuó el conflicto social que la emergencia ambiental ha desatado en los habitantes del cordón industrial de esa zona.

La situación obligó a reponer la Alerta Amarilla y la suspensión de clases, pero las manifestaciones no cesaron. A primera hora del miércoles, el colegio Santa Filomena amaneció tomado por un grupo de estudiantes establecimiento, en señal de rechazo a la nueva intoxicación que perjudicó a casi un centenar de personas.

Los jóvenes pasaron la noche en el colegio y durmieron en colchonetas, mientras que los padres les llevaron agua, comida y abrigos. “Es mejor que empecemos a volver a hacer ruido” para hacer frente a los episodio de intoxicación, remarcó uno de los estudiantes.

Más tarde, durante la jornada, las tomas se prolongaron al Colegio Don Orione y también al Liceo Politécnico.

Comentario de Katherine Ibáñez y Nibaldo Mosciatti en la edición vespertina de Radiograma.