“Nunca te voy a dejar de esperar (…) Me das la espalda y tus pensamientos están lejos y no me atrevo a nombrarte. A romper el hechizo establecido entre tu ser y el paisaje contemplado. Vos perteneces a ese paisaje, la belleza te iguala. Yo soy el intruso, se me ha permitido espiarte”.
Es una de las estremecedoras líneas de “El Mar de Noche”, de Santiago Loza, que desgrana Luis Machín sobre el escenario, solo, intenso, contenido.
El montaje, a cargo de Guillermo Cacace, le ha valido ya 4 premios a Mejor Actor en Buenos Aires. Estuvieron en Santiago a Mil y ahora vuelven por 4 días al Teatro de la Finis Terrae.
En una distendida conversación en “Del Fin Del Mundo”, con Ana Josefa Silva y Guillermo Gallardo, Machín se explayó sobre cómo construyeron este delicado montaje —que Loza escribió inspirado en “De profundis”, de Oscar Wilde y “Muerte en Venecia”, de Thomas Mann— y las emocionantes experiencias que ha tenido con distintos públicos. Tanto en Chile como en Argentina. Personas que han sufrido pérdidas dramáticas, de distinta índole, y que se han sentido tocadas, se acercan a él después de las funciones.
Cómo dentro de un texto tan dramático hay cabida para el humor —ese sutil— y lo cotidiano. Y las claves que han convertido esta obra en un apabullante éxito, tanto de crítica como de público.
“El Mar de Noche” estará en el Teatro de la Universidad Finis Terrae del miércoles 27 de junio al domingo 1 de julio. Miércoles a sábado, 21 hrs; Domingo 19 hrs.