Utilizar múltiples recursos escénicos -actuación en vivo, animación digital, cine, comic e historietas- es un rasgo de la cia. inglesa 1927, tal como se apreció en las dos exhiciones presenciales, realizadas en Chile: “The Animals and Children took to the Streets” (2019) y “Roots” (2020).

No es raro, entonces, que este “Gólem” totalmente digital responda a la actual condición de pandemia y confinamiento, opción que encaja con su perfil artístico y sentido crítico, respecto de la sociedad del siglo XXI.

En esta coproducción con el Festival de Salzburgo, el Teatro de la Ville París y Young Vic, la cia. 1927 mantiene la ironía en el relato, el manejo experto de la tecnología y el gran caudal de elementos visuales en el espacio escenográfico, vestuario, iluminación y banda sonora.

Con un tinte más impactante al elegir para su tema central y título al gigante de barro “Gólem”, personaje folclórico y mitológico de las culturas medieval y judía.

A través de él, la obra habla sobre la función de las maquinaria tecnológica en la sociedad contemporánea y cómo sus creadores-propietarios las usan para domesticar-dominar a la gente, imponiendo una mentalidad uniforme en función del consumo y lo comercial.

“Gólem”, en su versión presencial, obtuvo el premio Critics Circle Award (2015), lo que permitió que la compañía 1927 fuera nominada al premio Sky Arts Southbank Show Breakthrough Award (2017).

Golem, foto de Bernhard Mueller (c)

Embrión sin ojos

La imagen del gólem es impresionante y contradictoria, igual que su traducción (materia), un ser fabricado con barro, arcilla u otro elemento similar, no tiene ojos ni habla, es muy fuerte, poco inteligente y se le da vida insuflándole un chispa divina.

Aunque por esto último se le atribuyen grados de santidad y sabiduría -un Salmo bíblico lo menciona como “embrión”-, también funciona como defensor de un espacio, capaz de cumplir lo que le ordenen de manera lenta, pero sistemática y literal. Por extensión, en la cultura actual, alude al autómata.

En la versión de la cia. 1927, el gólem es parte de una estrategia de dominación, por la vía de introducir seductores deseos y sueños, presionando el ego hasta el paroxismo, predominar sobre los demás y actuar sobre personas que sufren necesidades, traumas, buling y abandono.

Paralelamente, la publicidad para comprar un gólem devalúa valores como la solidaridad, la cooperación mutua, junto con proponer las ventajas de la obediencia y esclavizar la mente.

A estas amenazas y desafíos se enfrentan los integrantes de una banda de punk revolucionario, dos hermanos y sus amigos, que defienden la creatividad, lo espontáneo, la amistad y la música a todo volumen.

Golem, foto de Bernhard Mueller (c)

Imágenes seductoras

Para plantear los conflictos, la obra recurre en momentos a una voz en off que recuerda que “vivimos en una sociedad que no carece de nada, progresista, que disfruta de lo nuevo”, una de las trampas contemporáneas más efectivas.

A su vez, el elenco -que domina milimétricamente todas las fases expresivas del gesto corporal y coreográfico- muestra a sus personajes en el estilo de los comic y penetra de manera profunda en todos los rincones de la gran ciudad para tomar contacto con innumerables y atractivas ofertas: moda, alimentos, entretención y sexo.

Hasta que el mercado, a través de una voz sin rostro, presiona a un pequeño productor para construir y vender unidades… y hacerse rico.

Su lema: que todos comprueben las ventajas de tener para su uso personal a este gigante de primera generación que habla y que, más adelante, dará paso a una versión 3.0, más pequeña y mucho más efectiva y dominante que no se cansa de amenazar con “Muévete con los tiempos o te quedarás atrás”.

En todo este trayecto, la obra derrocha imaginación en diseño y trabajo constructivo para dar forma de maquinaria aceitada, a una travesía de múltiples momentos y situaciones, cuya materialidad y aliento interno se va reconfigurando en la medida en que se impone la estrategia de uniformarlo todo.

Incluso, el gólem de barro de esta versión, que duerme y despierta cuando su propietario lo decide, será capaz de tomar iniciativas, beneficiarse con el autoritarismo, junto con ir desplazando a la gente en sus pensamientos, actividades y gustos.

Una metáfora sobre los efectos del mercado y la producción masiva en línea del sigli XXI que satiriza declaraciones como “el mundo está en tus manos si te vistes a la moda” y que “hacer negocio es el mecanismo para lograr los sueños”.

Web Fundación Corpartes
Entrada general $ 1.000.
Hasta el 13 octubre.
Informaciones: https://eventos.corpartesdigital.cl