Esta obra llega a la escena nacional en una época en que se vive un descreimiento generalizado sobre la fe y una desconfianza galopante respecto de sacerdotes católicos y pastores evangélicos.

Por eso, la propuesta provoca interés ya que de manera inevitable podría asociarse a las percepciones sobre la crisis actual que día a día se sigue develando en el ámbito de las iglesias de nuestro país.

Sin embargo, Colegio de monjas no profundiza en los temas que expuso “Catholic School Girls”, de la dramaturga estadounidense Casey Kurtiss, estrenada en 1982 en Off Broadway, obra que tiene como referencia la década ‘60 e inicios del ‘70.

colegio de monjas
Corporación Cultural de Las Condes

La adaptación de Enrique Inda, que dirige Jesús Codina (Asesinato para dos), sin aportar un punto de vista distinto, sigue la pista y sintetiza las anécdotas que constituyen la estructura del texto original.

Es decir, se basa en el arsenal de prejuicios sociales, absurdas creencias religiosas y violentas prácticas pedagógicas que, en la obra, se inyectan a cuatro niñas que conviven entre primer y octavo año en un colegio católico y conservador.

En la versión nacional, además, se reemplaza la música y las canciones por temas y bailes populares chilenos de la época, que acentúan una mirada gráfica e inocente.

La obra cuenta con el trabajo destacado de comediantes como Tichi Lobos y Jenny Cavallo, junto a las actrices Silvia Novak y Javiera Hernández, en roles de alumnas y monjas.

Recuerdos y cambios

Los monólogos son el medio para adentrarse en el mundo interior de niñas y adolescentes, especialmente, cuando se toca el proceso de individuación o se alude a la desilusión de la fe.

En conjunto con los diálogos vertiginosos van recorriendo aspectos de la vulnerabilidad propia de la edad y cómo les afectan las diferentes formas de violencia que viven.

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Corporación Cultural de Las Condes

La pedagógica de las monjas (por ejemplo, el suplicio de las tablas de multiplicar que deben memorizar) y la disciplinaria con Dios como mentor; la de los padres, impacientes y atribulados por la supervivencia y la falta de afectos.

También la del comunismo, esgrimido como amenaza permanente desde el exterior del colegio; e, incluso, la violencia de las amistades volubles presente entre las niñas que, además, aplican en la sala ciertos prejuicios sociales traídos de la casa.

Todo en un ambiente donde la hipocresía tiene su espacio, con monjas agradecidas de la carne que aporta un apoderado, reclamando si la recaudación es baja y menospreciando la educación pública.

O preocupadas que, durante el baile, muchachos en plena revolución biológica estén a una distancia adecuada para que los cuerpos mantengan la pureza.

Un relato en tono de comedia que se establece con situaciones divertidas y conductas consideradas aceptables en los 60, incluso hoy, que busca y consigue hacer reír a un público que vivió esa época y recuerda desde la nostalgia.

Teatro C.C. Las Condes. Apoquindo 6570. Fono 2 2896 98 19. Viernes y sábado, 20.00 horas; domingo 19.00 horas. Entrada general $ 9.000. Tarjeta Vecino y convenios $ 7.000. Hasta 29 de septiembre.