Debe ser la diatriba más feroz que desde la escena teatral se haya lanzado contra la corrupción y los abusos sexuales en la Iglesia Católica.
Se alude a delitos que, igual que el encubrimiento institucional (iglesias, parlamento, uniformados), se manifiestan también en el ámbito político y económico (Corpesca, fraudes, coimas, entre muchos) o en el lavado de activos y enriquecimiento de algunas iglesias evangélicas chilenas.
Al ser la corrupción un tema global y de noticia diaria, asoma como problema cuando quedan semi ocultos algunos temas claves, aquellos que remiten al comportamiento humano de fondo.
Derechos y perversidad
La propuesta del Teatro La María alude a lo que sucede en la Iglesia Católica de hoy, situaciones que han estado presentes en toda su historia (basta recordar al Papa Borgia y familia).
Se podía esperar, entonces, que en esta obra se manifestara la mirada radical y profunda que el grupo ofreció en Los millonarios (2014), con abogados ABC1 que desprecian lo mapuche.
Sin embargo, en la ficción asumen como un desafío defender legalmente a un comunero, proceso que describe la mirada de los grupos económicos y sociales dominantes sobre los pueblos originarios.
Un punto de vista innovador que alumbró un tema conocido, denunciado y más o menos condenado socialmente, utilizando la sátira teatral, la comedia negra exacerbada, la calidad actoral y la sangrienta radicalidad.
Fe de ratas habla de un obispo, gran defensor de los DD.HH. en dictadura, cuyo homenaje se ve en peligro por denuncias de abusos sexuales a menores, y cómo las instituciones religiosas y civiles encubren los hechos.
Descifrar las conexiones existentes entre las dos caras de este sujeto surgía como una alternativa nueva e interesante de esta obra, sobre todo si se planteaba a partir de un alto dignatario de la Iglesia.
Defensa de los Derechos Humanos y perversidad individual e institucional… bucear en ese comportamiento humano extraño, contradictorio e, incluso, misterioso, que no se explica sólo sicológicamente ni por detentar poder, aparecía como una perspectiva distintiva y atractiva frente a un tema conocido.
En escena, la obra se establece en la violencia de la relación asimétrica entre adultos y menores, en la forma descarnada para referirse a los niños y al abuso sexual…
Y en la sorpresa del monseñor que nunca entenderá por qué lo denuncian si sólo entregaba cariño.
En esta ficción, escrita y dirigida por Alexis Moreno, con situaciones que sugieren la realidad social, en que todo se descalabra hasta el paroxismo, lo absurdo también juega un rol valioso.
También se toca la relación subordinada y dogmática de las personas respecto de la fe, los ritos y la institución religiosa.
Sin embargo, al enfrentar el tema con demasiada furia, la vía de la caricatura extrema no ayuda a poner atención en cómo se origina la doble cara de los protagonistas ni desde dónde surge lo más sórdido del comportamiento humano… Lo que tal vez sea un problema.
Gam. Alameda 227. Miércoles a sábado, 20.30 horas. Entrada general $ 8.000; estudiantes y tercera edad $ 4.000. Hasta el 20 de octubre.
