Sobre tres soportes se instala esta propuesta de la cia. Teatro al Destajo, cuya calidad está a la altura de un título relevante de Juan Radrigán (1937-2016), Premio Nacional de Artes 2009.

Destaca el trabajo de Adolfo Albornoz, un director que, según se informa, ha hecho su carrera en Costa Rica, donde obtuvo el Premio Nacional de Teatro 2010.

Con gran sensibilidad y sentido práctico captura los relatos que el dramaturgo propone para conectar amores dispersos como si fueran parte de un archipiélago.

A esa delicadeza con que mira y plantea esta adaptación, el director agrega cadencias dramáticas y de humor, además de darle espacio en la sala al silencio y a la vastedad del desierto de Atacama.

Lorenzo Mella Ruiz | Fototeatro.cl
Lorenzo Mella Ruiz | Fototeatro.cl

Valioso e interesante también es el desempeño de la actriz Yesenia Pérez, con menos de dos años de egresada de la Escuela Teatro Imagen.

Da a su personaje una consistencia vibrante en su fragilidad y fuertes convicciones cuando de defender sus sueños se trata.

En el plano actoral también destaca Matías León (el Empampado), cuyos desplazamientos por el territorio-escena alude al abandono, al estar perdido y también al espejismo.

Un tercer factor de muy buena factura son las canciones que se sumaron a la obra, pertenecientes a Matías León, José Espinoza y Yesenia Pérez.

Sus letras y ritmos, interpretados con pasión y en la cuerda trovera, entregan la dimensión insondable y temible del desierto y de esta comunidad.

Tiempo y espera

La historia que narra esta obra no es simple. Micaela (Yesenia Pérez) y su esposo Diego (Sebastián García), parecen ser los cuidadores de una oficina salitrera que cerró sus puertas y ahora esperan que los vengan a sacar de allí.

Pero como pasa el tiempo y nada ocurre, sobreviven de alguna manera, mientras otean el despoblado por si pasa el tren salvador… una esperanza que ella nunca pierde.

Todo cambia cuando su entorno se llena de visitas: el empampanado, una mujer doblada (Camila Vásquez), un trovador (José Espinoza), la mujer de un detenido-desaparecido (Javiera Segura): sólo Micaela parece verlos de verdad.

Estos seres llenos de experiencias, cada uno con su historia, su dolor y su resignación, llegan y se van… o se quedan rondando por allí.

Lorenzo Mella Ruiz | Fototeatro.cl
Lorenzo Mella Ruiz | Fototeatro.cl

Así, en la eterna espera y en la irrenunciable esperanza, con altibajos en la relación de pareja, ambos protagonistas van tejiendo una nueva historia que involucra a todos.

Viven situaciones que deambulan entre la incertidumbre y la certeza, entre dudas y reafirmaciones… hasta llegan a creer no estar vivos y/o que se les fue la vida de tanta espera.

Son personajes populares y marginados los de Radrigán y esta propuesta los enaltecen como seres humanos porque los lleva hacia la conciencia y, tal vez, a decir respecto de la sociedad actual, que ya no basta con llorar a los muertos… en vida.

Teatro de Bolsillo. Erasmo Escala 2185. Reservas +56 9 9761 49 25; teatroaldestajo@gmail.com. Jueves, viernes y sábado, 20.30 horas. Entrada general $ 5.000; estudiantes y tercera edad $ 3.000. Hasta el 6 de octubre.