Sobrecoge por la profunda identificación del público con Violeta Parra. Se siente en el aire, en el silencio, en el transcurso y luego de ser interpretadas sus canciones.

Incluso, no importa que se reiteren aspectos conocidos de su biografía ni que las canciones se entreguen en versiones que se alejan más o menos de las partituras originales.

El trabajo dramatúrgico y dirección de Gonzalo Pinto, al frente de la compañía Banda del Alma, permite que esta cantata, mezcla de teatro y concierto, recorra con fluidez aspectos relevantes de la vida de la folclorista sin agotarse en lo anecdótico ni fijar el valor de la presentación en ser “un sentido homenaje” en los

100 años del nacimiento de la artista.

“Destino desamor. Un viaje Violeta” | Gam
“Destino desamor. Un viaje Violeta” | Gam

A través de coreografías, realizadas por dos actrices, un actor y un bailarín, textos que aluden a visiones de Violeta sobre su entorno, la sociedad, el arte y las personas; y, sin lugar a dudas, con el apoyo de la calidad interpretativa, musical y vocal del elenco, se dibuja un perfil creíble, respetuoso y cariñoso, pero también con los contrastes humanos de una mujer que, cierta vez, dejó a su hija menor en manos de sus hermanitos para viajar a Europa y dar a conocer su arte.

Ni ángel ni demonio, simplemente humana: algo así es la fisonomía que dibuja esta propuesta que tiene como protagonista al más grande ícono de la cultura popular chilena.

Estaciones de un viaje

El concepto de viaje está en la base de esta propuesta que se inicia antes que los espectadores ingresen a la sala: maleta en mano actrices y actor interpretan por separado una canción a capella que busca sintetizar las pasiones fundamentales de Violeta.

“Destino desamor. Un viaje Violeta” | Gam
“Destino desamor. Un viaje Violeta” | Gam

Ya en el escenario, una pequeña orquesta, integrada por Ángela Acuña, Pablo López y Óscar Núñez, que se encargarán de la música compuesta por Acuña y López, más el bailarín Gonzalo Beltrán, esperan a Annie Murath (cantante e intérprete excepcional), Daniela Lhorente y Gabriel Cañas (gran aporte).

Es el comienzo de una fiesta llena de ritmos musicales y ambientales que configuran un universo sonoro limpio en la recepción y sólido en su sentido, con personalidad y eficiente (Ingeniería en sonido de Gonzalo Rodríguez).

El aporte técnico-artístico es impecable y funcional cuando acompaña una propuesta que tiene trazos solemnes, a ratos desordenado y caótico, también contemplativo y doloroso, agitado y vibrante.

“Destino desamor. Un viaje Violeta” | Gam
“Destino desamor. Un viaje Violeta” | Gam

Un encuentro entre la rabia, la humanidad, la nostalgia, la búsqueda del reconocimiento, la decepción, la presencia, la ausencia y el amor, todo presidido por una docena de canciones, interpretadas íntegramente, entre otras, “Qué he sacado con quererte”, “Miren como sonríen”, “La jardinera”, “Paloma ausente” y “Violeta ausente”.

Y el “El gavilán” (tal vez el momento en que el bailarín llega al más alto nivel interpretativo), un monumento a la evolución musical de Violeta, el tema que –probablemente- muestra la alta torre en la cual se instala Violeta Parra para imponer su nombre artístico en un género musical, habitado tradicionalmente casi sólo por hombres.

C. C. Gabriela Mistral (GAM). Alameda 227. Viernes a domingo, 20.00 horas. Entrada general $ 6.000; estudiantes y tercera edad $ 3.000. Hasta el 2 de Julio.