A partir de una historia real, la compañía brasileña Ave Lola hizo esta obra que se estuvo presentando en el Anfiteatro del Museo Nacional de Bellas Artes. Una obra que, no en vano, fue ganadora de seis categorías en la versión 2016 de los Premio Paranaense Gralha Azul.

Nuon es una mujer que, en la cruenta guerra civil que devasta Camboya en los 70, pierde todo, y luego de largas penurias logra llegar a un campo de refugiados en Tailandia. Allí, recupera su alma y empieza a trabajar con mujeres para que vuelvan a vivir, para que ellas también recuperen sus almas, sus sentidos de vida.

Con bellísimos textos, plenos de contenidos y poesía, y música en vivo que nos traslada a Camboya y al relato, la obra combina por un lado un relato casi didáctico de los hechos (entregando gran cantidad de datos de los hechos históricos –el príncipe que se resiste a las dos potencias del momento y el triunfo final del Jemer Rojo-, necesarios para entender la magnitud y significado de lo vivido y realizado por Nuon) y, por otro, el sentido humano profundo, espiritual, de la labor de Nuon.

Nuon, Ave Lola (c)

Con muy buenas actuaciones, logra de manera notable mostrar a Nuon en forma simultánea en distintos momentos de su vida, generando un diálogo entre esas distintas etapas (muy bien caracterizadas por las actrices), y cómo ellas respondieron a necesidades vitales para terminar en la persona sabia que pudo ayudar a devolver a muchas mujeres refugiadas el sentido y las ganas de vivir.

La obra se presentó en portugués. El único punto bajo fue la dificultad para leer la traducción, tanto por la cantidad de texto en algunos pasajes como, en especial, por los problemas técnicos con la pantalla, que los hacían difíciles de leer o abiertamente ilegibles.

Sin embargo, la potencia en escena hizo de ese problema algo menor.

Nuon es un regalo para la vista, para los oídos, la cabeza y el corazón.