Preocupación ha causado entre vecinos y representantes de la Corporación Estadio Nacional Memoria Nacional la instalación de diversas rejas metálicas alrededor del Centro Acuático del icónico inmueble, sobre todo desde la agrupación patrimonial, donde denuncian que uno de los accesos a sus sitios de memoria -el camarín que recuerda a la detenidas políticas de la dictadura de Augusto Pinochet- ha sido gravemente perjudicado a raíz de su construcción.

En septiembre de 2003, y mediante el Decreto N° 710, el coloso ñuñoíno fue declarado Monumento Histórico Nacional, calidad que impide cualquier tipo de obra en el recinto sin previa autorización del Consejo de Monumentos Nacionales (CMN), ente que supervisa los protocolos y proyectos de edificación al respecto.

Para su conformación, la Corporación acudió al CMN para solicitar la entrega de siete lugares del estadio para su “protección especial”, con el propósito de recuperar la memoria histórica del excampo de concentración y torturas. Uno de ellos, el camarín norte ubicado al frente del actual Centro Acuático, que recuerda a las detenidas de la dictadura.

Costado y parte trasera del sitio de memoria | Cedida

“Hay un espacio de vidrio anterior al camarín, y antes, una terraza que la rodea una jardinera. Y en esa jardinera, se han instalado rejas. Todo el borde de la jardinera está con rejas”, cuenta a BioBioChile una de las integrantes de la agrupación.

“Todo este armazón de hierro, de rejas, está impidiendo el paisaje, que lo deterioró totalmente, fuera de la línea arquitectónica del sitio. Y además de eso, quedamos aislados. Esto impide el libre tránsito de los visitantes, no podemos circular con normalidad”, agrega.

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Tras consultar al CMN (mediante llamados telefónicos particulares) las motivaciones detrás de la construcción, Kunstmann no obtuvo respuestas.

A su vez, y en paralelo, una vecina del estadio y de Ñuñoa presentó esta semana una denuncia particular a la misma entidad, sin obtener explicaciones sobre el proyecto en cuestión.

A pesar de la sorpresa que significó la aparición de las polémicas rejas, desde la Corporación Estadio Nacional Memoria Nacional decidieron guardar cautela sobre cualquier tipo de denuncia. Marcelo Acevedo, su presidente, explica a BioBioChile las razones de la extraña elección.

“Como sitio de memoria, somos un comodato. Y si bien podemos hacer una denuncia, nos abstenemos un poco. Porque la administración depende del Ministerio del Deporte, y (desde el gobierno) nos pueden quitar el comodato en cualquier momento. Por eso, nosotros tratamos de hacerlo lo más amigable posible”, comenta.

“Yo no sé si para esto le pidieron autorización al CMN. Si está dentro del margen que el CMN autorizó la obra, nosotros tendríamos que hablar con ellos y ver si podríamos presentar un recurso distinto. Quizás recurrir a organismos internacionales u otro tipo de recursos de protección para resguardar el patrimonio histórico del estadio”, añadió.

“No requiere de permiso”

El comodato tiene relación con el uso de las instalaciones del recinto deportivo por parte del colectivo. “Quiere decir que tenemos el préstamo de uso y goce, pero el Ministerio del Deporte (Mindep) que es dueño del estadio, el Estado en este caso, puede quitarnos el comodato y administrarlo ellos solos, porque aparte está administrado por nosotros como corporación de derecho privado, con personalidad jurídica”.

Pedestal y placa del camarín | Cedida

BioBioChile tomó contacto con la cartera ministerial, con el fin de conocer las motivaciones de la reja en cuestión y los permisos necesarios para instalarla.

Mediante una declaración escrita, explicaron: “El Centro Acuático tenía falencias de seguridad desde el punto de vista del cierre perimetral, finalmente lo hacían ser muy vulnerable donde no había control de acceso. Durante las noches, gente hacía ingreso al lugar e incluso algunos menores de edad fueron sorprendidos saltando desde los trampolines de la piscina olímpica, lo que en la actualidad se hace aún más complejo debido al resguardo adicional por la pandemia”.

Sobre las rejas en sí, hicieron una distinción: “Hay que separar las instalaciones provisorias de la obra a la estructura definitiva que quedará. Las rejas adicionales a las del cierre perimetral, además de ser una obligación exigida por parte del mandante para resguardar la seguridad de quienes trabajan en la obra, es de carácter provisorio hasta que termine”.

A lo anterior señalaron que dichas reja provisorias está instalada a cinco metros del acceso al sitio de memoria. “Adicionalmente, el trabajo se encuentra dentro del perímetro del Centro Acuático, por lo que no impide el acceso a este”, agregaron.

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Sobre los permisos solicitados al Consejo de Monumentos Nacionales para dichas obras, desde el Mindep especificaron: “Al ser una obra de cierre perimetral del Centro Acuático, lugar que no está definido como Monumento Nacional, no requiere de permiso adicional otorgado por el Consejo de Monumentos Nacionales”.

En terreno

Hoy, y tras las consultas de BioBioChile, la Secretaría Técnica del Consejo de Monumentos Nacionales se hizo presente en el Estadio Nacional, con el fin de constatar el motivo de la denuncia de vecinal.

“Al respecto, se están evaluando los antecedentes para constatar si esta intervención afecta el monumento histórico en su componente de derechos humanos y memoria (sic)”, señalaron a este medio.

“La Secretaría Técnica del CMN a través de su Área de Arquitectura y Patrimonio Urbano, realizó hoy una visita a terreno para verificar las construcciones objeto de la denuncia, y comprobó la existencia de una construcción de tipo sombreadero, ubicado aproximadamente a 4 metros del Camarín Norte. Para ello, se realizarán todas las coordinaciones con el Instituto Nacional de Deportes y el Ministerio del Deporte, tal como se ha llevado a cabo hasta el momento”, agregaron.

Consultados con 24 horas de antelación sobre si el Ministerio del Deporte solicitó los permisos requeridos al Consejo de Monumentos Nacionales para los trabajos en cuestión, tanto para la instalación de rejas definitivas como provisorias, desde la entidad no emitieron respuesta.

Un problema mayor

Para el presidente de la Corporación Estadio Nacional Memoria Nacional, el problema de la reja y la inaccesibilidad al sitio de memoria de las detenidas políticas deja entrever un conflicto aún mayor: la dicotomía que sugiere el comodato, y la desprotección de las agrupaciones que velan por la memoria histórica, como “Londres 38, espacio de memorias” o la “Corporación Parque por la Paz Villa Grimaldi”, entre otros.

“Hay algunas agrupaciones que tienen esta realidad (depender del comodato, que puede ser finalizado unilateralmente), pero a diferencia de nosotros, como Villa Grimaldi o Londres 38, a ellos el Estado les cedió el espacio, entonces son dueños”, comenta Acevedo.

“Como el Estadio Nacional aún funciona, y somos parte de él, estamos dentro. Londres 38 es Londres 38, es un espacio completo, entonces nosotros somo un híbrido. Tenemos sólo el uso y el goce de ciertos recintos declarados como ‘memoria histórica’“, detalla.

Por lo mismo, una de las tareas autoimpuestas desde la Corporación es entablar los diálogos necesarios para apostar por un trabajo a largo plazo, entre el Estado y las organizaciones civiles.

“Tenemos que lograr eso, que el Estado nos reconozca, porque es demasiado endeble el hecho jurídico. Podemos en cualquier momento perder las instalaciones. La idea es que sitios de memoria que ya están reconocidos tengan una concesión un poquito más larga, a 20 años por ejemplo, con algo más de proyección. Porque a pesar que el comodato no tiene plazo, la misma ley establece que se puede terminar en cualquier momento, a petición de quien lo otorga”, resume.