A raíz del inminente arribo de la Fórmula E a Santiago (una de las categorías de la competencia de monoplazas eléctricos organizada por la Federación Internacional del Automóvil), agendado para el próximo 3 de febrero, la ciudad ya alista y avisora las primeras intervenciones urbanas que requiere el evento.
Una de ellas, quizás la más notoria, se aprecia por estos días en Plaza Italia, donde afuera del Centro de Extensión Artística y Cultural de la Universidad de Chile fueron instaladas estructuras metálicas que servirán de graderías durante la carrera.
Lo anterior motivó el rechazo del director de dicha dependencia, Diego Matte Palacios, quien se refirió a la molestia que la intervención ha generado en algunos vecinos del sector. A través de una carta abierta, el funcionario explicó sus razones.
“Nos encontramos en una difícil situación, a propósito de la instalación de graderías y barreras para la carrera de fórmula eléctrica que se va a realizar en el casco histórico de Santiago.
El día de hoy hemos visto cómo estamos siendo rodeados y cercados por una pesada estructura metálica que ha bloqueado los accesos del Teatro Universidad de Chile en plena Plaza Italia”, apuntó.
De acuerdo a la autoridad, esto pone en “riesgo” no sólo a los habitantes del sector, sino también a sus transeúntes. Por lo mismo, detalla una lista de consecuencias que trajo la medida:”Peligro para la integridad y seguridad de funcionarios, artistas y público”; “grave riesgo para las instalaciones del Teatro”; daño a su imagen; “imposibilidad de realizar carga y descarga de equipamiento e instrumentos”, “pérdida de público producto de la generación de obstáculos para acceder al teatro”, entre otros.
“Queremos realizar esta denuncia ya que no es aceptable que en una explanada que se denomina ‘Plaza de las Artes’ se realicen este tipo de instalaciones, más aún siendo un edificio inmueble de conservación histórica y zona típica“, apunta Diego Matte.
“Al deterioro del Parque Forestal, se suma el enrejamiento de Plaza Italia, de la Alameda, y este atentado a la Orquesta, al Teatro y a la Universidad de Chile. Es un triste espectáculo para todos los vecinos de Santiago y Providencia, quienes tendremos que ver como con vallas metálicas se deteriora y empobrece nuestra ciudad”, argumentó.
Ya en el cierre de la misiva, el director desliza la pregunta: “¿Quién asume la responsabilidad ante una eventual emergencia? ¿Vale más la seguridad de las personas que un espectáculo que sólo ha generado rechazo? ¿Qué sucede si se genera otro foco de incendio?”.
