Avenida Carlos Martner es el nuevo nombre de una de las principales arterias del Parque Metropolitano de Santiago que conecta el sector Tupahue con la plaza Antilén, la cual fue dada a conocer oficialmente ayer con un reconocimiento en vida a este arquitecto que ha construido cuatro de las obras más emblemáticas del Parque Metropolitano de Santiago en su centenario, siendo las más conocidas las piscinas Tupahue y Antilén, las cuales son visitadas por miles de turistas nacionales y extranjeros durante el verano.

Durante la jornada de inauguración estuvo el subsecretario de Vivienda y Urbanismo, Iván Leonhardt; el intendente de la RM, Claudio Orrego, y el director del Parque Metropolitano de Santiago, Mauricio Fabry, quienes junto a Martner develaron el nuevo nombre de la avenida que conectará todas sus obras: Casa de la Cultura Anáhuac, Anfiteatro Mirador Pablo Neruda y las piscinas Tupahue y Antilén.

Posteriormente, con un vino de honor se dio por inaugurada la muestra de las pinturas de Carlos Martner y Andrea Jadresic en la Casa de la Cultura Anáhuac, que lleva por nombre “Paisajes”. Estará abierta hasta el 17 de abril y durante todo el mes de marzo completamente gratis. Aquí, ambos artistas plasmaron diferentes parajes vividos desde las experiencias reales e imaginarias, reflejando en ellas los colores, formas, texturas y emociones.

Así, este arquitecto de 91 años ha demostrado estar más vigente que nunca a través de la versatilidad que lo caracteriza. Como arquitecto diseñó el 2016 el nuevo acceso de la piscina Tupahue, obra que había dejado pendiente desde su construcción oficial en 1966, y creó la escultura que puede ser admirada desde uno de los miradores del Anfiteatro Pablo Neruda. También ha desarrollado una prolífica carrera como pintor, escritor y profesor universitario, además es un referente en Latinoamérica por ser el pionero de la arquitectura del paisaje en Chile.

Martner y el Parque Metropolitano de Santiago

Carlos Martner García siempre tuvo una estrecha cercanía con el Parque Metropolitano de Santiago desde su infancia, vínculo que continuó hasta la adultez cuando se le encomendó realizar trabajos dentro de esta cadena de seis cerros que lo conforman, durante la década de los 60´y 70´, cuando trabajaba en la Dirección de Urbanismo del Ministerio de Obras Públicas.

Sus construcciones se caracterizaron por utilizar las rocas de cantera que eran tan comunes dentro del Parque, ya que en ellas encontró dos elementos que las hacen únicas: su permanencia en el tiempo y su solidez.

En la década de los 60´ el director del Parque, Jorge de la Cruz, le encomendó el diseño de la piscina Tupahue, obra que convirtió una polvorienta cantera en uno de los primeros balnearios en pleno Santiago. Asimismo, se le solicitó el diseño de la Casa de la Cultura Anáhuac. Ambas construcciones estuvieron concluidas en 1966.

En los años 70 comenzó la construcción de la piscina Antilén, la cual quedó paralizada tras el golpe de Estado hasta 1976.

Cuarenta años después, junto al arquitecto Humberto Eliash diseñaron el Anfiteatro Mirador Pablo Neruda en el cerro Los Gemelos, siendo nuevamente fiel a la arquitectura del paisaje.
Sus obras se han integrado de forma armónica con el entorno natural de Parque Metropolitano de Santiago.