El 5 de julio pasado, a 17 días de su fallecimiento, Ozzy Osbourne ofreció sus últimos conciertos en Birmingham, Inglaterra, en el marco de la despedida de su alma mater: Black Sabbath.
En una jornada que fue bautizada como “Back to the Beginning”, Ozzy y la banda ofrecieron su última presentación tras una maratón que tuvo a bandas como Metallica, Guns N’ Roses, Slayer, Tool, Pantera, Gojira, Halestorm, Alice In Chains, Lamb Of God, Anthrax, Mastodon y Rival Sons, entre otros.
Antes del número de cierre y la presentación de Black Sabbath con su formación histórica (Ozzy, Tony Iommi, Geezer Butler y Bill Ward), el “Príncipe de las Tinieblas” irrumpió en escena en solitario, para repasar algunos de los hits de su repertorio solista.
En definitiva, se trató de un set de 30 minutos que incluyo cinco canciones. En la cita, piezas como “I Don’t Know”, “Mr. Crowley”, “Crazy Train” y “Suicide Solution” fueron vitoreadas por más de 40 mil personas en el estadio del Aston Villa, pero fue una la que hizo emocionar hasta las lágrimas a los presentes: “Mama, I’m Coming Home”.
Tal como quedó reflejado en la transmisión vía streaming del recital (seguida por más de 2 millones de espectadores alrededor del mundo), la última interpretación del clásico de Ozzy quebró hasta los fans más rudos del cantante, convirtiéndose en una de las escenas insignes de la jornada.
Además de los shows ya mencionados, la histórica tarde contó con la presencia de artistas como Billy Corgan (The Smashing Pumpkins), David Draiman (Disturbed), Duff McKagan & Slash (Guns N’ Roses), Frank Bello (Anthrax), Fred Durst (Limp Bizkit), Jake E. Lee, KK Downing, Lzzy Hale (Halestorm), Mike Bordin (Faith No More), Rudy Sarzo, Sammy Hagar, Scott Ian (Anthrax), Sleep Token II (Sleep Token), Papa V Perpetua (Ghost), Tom Morello (Rage Against The Machine) y Zakk Wylde.