Un inesperado desenlace tuvo el remate de Teresa García (37 años), diseñadora chilena que, evocando al artista italiano Salvatore Garau, iba a subastar una escultura invisible a través de redes sociales.

Tras una puja inicial de $500 que llegó a sobrepasar los $140.000 el día del remate (agendado para ayer martes a las 20:00 horas), la autora decidió no llevar a cabo la subasta y entregar la pieza a un comprador también “invisible”.

“Gracias a los que apostaron. Si alguno de ustedes realmente quería rematar, lo agradezco mucho, pero fue algo que era un contenido entretenido”, señaló a través de su cuenta en Instagram, donde iba a realizar el remate. “Se me fue de las manos”, confesó.

La explicación fue detallada en profundidad mediante una transmisión en vivo por la misma vía.

“No tenía idea del alcance que iba a tener esto. Empezaron a salir ofertas… Estoy súper sorprendida”, señaló en el video, hoy disponible en redes sociales.

“Había gente capaz de pagar dinero por algo invisible… Agradezco a todos los que se interesaron en hacer una puja, que llegó bastante alta”, dijo.

La pieza que ofrecía la chilena fue bautizada como “Escultura Digital Invisible”, e iba a ser entregada con un certificado de autenticidad.

“Les confieso que en algún momento perdí la noción de la realidad y la fantasía. Lo mismo que me pasó con la obra invisible. Ya no sé qué es digital, qué es real”, apuntó.

El mes pasado, el artista italiano Salvatore Garau, reconocido en el circuito por sus desafiantes obras e intervenciones, subastó en su país natal una escultura invisible en 15 mil euros (alrededor de 13 millones de pesos chilenos).

Se trataba de la pieza inmaterial “Yo Soy” (‘Io sono’, en italiano), que fue ofrecida mediante la casa de subastas Art-Rite. A diferencia del arte digital, la obra del autor era completamente invisible y, por lo tanto, no se podía reproducir en la web.