El viernes debutó en plataformas de streaming “Soy un Aprendiz”, el nuevo álbum de Angelo Pierattini tras siete años de silencio discográfico. De aquel trabajo se desprende “Subiré a lo Alto”, sencillo que unió al ex Weichafe con una voz histórica de la música chilena: Palmenia Pizarro.

“Le mostré la canción y a ella le encantó. Todo sucedió desde un espacio muy intuitivo… El resultado fue lejos superior a todo lo imaginado”, cuenta el cantautor a BioBioChile sobre su inesperada alianza con la sanfelipeña, en una pieza donde las guitarras acústicas y el rimo cumbiero adquieren un protagonismo primordial.

“Nuestra zona de confort es la búsqueda, no la quietud. Es el sentirnos vivos, con la capacidad de asombro a flor de piel… Así que estábamos en nuestra salsa”, resume Pierattini.

“Cantar con Palmenia es un viaje muy intuitivo, fácil de recorrer en la medida en que dejamos el control y la razón de lado, es un viaje muy de piel, de sentir, de intuir. Es hermoso compartir esta música con ella, yo aprendí un montón; cantar con Palmenia es una epifanía, una revelación, un misterio bellísimo que se revela ante los sentires más sensibles. Agradezco muchísimo haberme encontrado con ella”, señaló.

Palmenia, por su aparte, agradeció tanto la invitación como el resultado: “La canción me encantó, me encantó la música, la letra y el acompañamiento también; el ritmo que le dieron. Me motivó grabar con Ángelo, porque canta muy bien, me gustó su voz y junta muy bien con la mía. Tuvimos una conexión muy linda, muy amigo él, de verdad. Es muy linda la canción, así que dense el gusto de escucharlo, la satisfacción de oírlo, aprécienlo por favor, lo que vale Ángelo”.

“Subiré a lo Alto” es uno de los nueve tracks de “Soy un Aprendiz”, disco que entrecruza folk, pop, ambient, bases electrónicas y el género predilecto del compositor: rock.

“Es un disco que relata una perdida y lo importante que es estar desde el punto de vista del aprendizaje. Como ser humano, para llevar adelante todos los dolores que esta vida nos conlleva. Cada una de las canciones relata, tanto en la letra como en la música, este estado de ánimo. Es un disco que a pesar que habla de cosas que pueden sonar tristes, también esta escrito desde un punto de vista de abrazar la vida como una enseñanza diaria”, explica el autor.

El disco fue producido por el productor local Pablo Stipicic, y contó con la colaboración de Ismael Oddo (Quilapayún), Tocori Berru (Bloque Depresivo), Pablo Ilabaca, Felipe Salas (CAF), Christian Matas (Apokalipo), Isidora O´ryan (Io), Rhonda (bajista de sesión mexicano), Sebastián Aracena (Mon Laferte), Gonzalo Fouere (Santa Feria), Cancamusa, Diego Lorenzini, Vicente Cifuentes y Pablo Jara (Yorka, Banda Volante).