Por estas horas se viraliza la emotiva carta que Ennio Morricone dejó a su esposa, familia y amigos antes de fallecer esta madrugada en Roma, a la edad de 91 años.

“Yo, Ennio Morricone, he muerto”, se lee al inicio de la misiva que fue exhibida a las afueras de la clínica italiana donde tuvo lugar el deceso, lamentado desde diversas latitudes del mundo.

En la carta, el músico expresa sus sentimientos hacía Maria Travia, su más fiel colaboradora, redactora de algunas de las letras de sus más célebres bandas sonoras y su esposa desde 1956.

“Yo, Ennio Morricone, he muerto. Lo anuncio así a todos los amigos que siempre me fueron cercanos y también a esos un poco lejanos que despido con gran afecto”, leyó a las afueras de la clínica Campus Bio Médico el abogado y amigo del compositor, Giorgio Assumma.

“Imposible nombrarlos a todos. Pero un recuerdo especial es para Peppuccio y Roberta (el director Giuseppe Tornatore y su esposa), amigos fraternales muy presentes en los últimos años de nuestra vida. Sólo hay una razón que me impulsa a saludar a todos así y a celebrar un funeral en forma privada: no quiero molestarlos”, agrega la carta.

“Saludo calurosamente a Ines, Laura, Sara, Enzo y Norbert por haber compartido gran parte de mi vida conmigo y mi familia. Quiero recordar a mis hermanas Adriana, Maria, Franca y sus seres queridos con amor y hacerles saber cuánto los amaba”, añade.

Luego, dedica palabras para su familia directa, la cual lo acompañó en sus últimos (y “muy lúcidos”, según sus cercanos) momentos de vida.

“Un saludo completo, intenso y profundo a mis hijos Marco, Alessandra, Andrea, Giovanni, mi nuera Mónica y a mis nietos Francesca, Valentina, Francesco y Luca. Espero que entiendan cuánto los amaba”, dijo.

Más tarde, y para finalizar, se refiere a su pareja de toda la vida, a quien ofrece una “renovación” de su amor ahora desde la muerte.

“Por último, pero no menos importante (Maria). Te renuevo el extraordinario amor que nos ha mantenido unidos y que lamento abandonar. La despedida más dolorosa para ti”, se lee en el último párrafo.