Ad portas de la etapa final del juicio por corrupción de menores y abuso sexual contra Cristian Aldana, exlíder de la banda El Otro Yo, el fiscal Guillermo Pérez La Fuente pidió 35 años de prisión para el músico argentino.

La información fue confirmada por el diario Clarín, donde se especifica que la petición fue asesorada por la Unidad Fiscal Especializada de Violencia contra las Mujeres (UFEM).

El argumento del fiscal, es que el guitarrista cometió delitos de abuso sexual “gravemente ultrajante, con acceso carnal y reiterado contra seis de las siete denunciantes”, siendo absuelto en uno de ellos.

La petición, sin embargo, contrasta con la posición del abogado Sebastián Da Vita, representante de tres de las siete denunciantes, quien había pedido 40 años de presidio para el imputado.

El músico cumple prisión preventiva desde el pasado 23 de diciembre de 2016 en el Penal de Marcos Paz luego que siete mujeres lo inculparan por abuso sexual, algunas de ellas incluso cuando eran menores.

De acuerdo a la publicación, las protestas de Aldana durante el juicio se han vuelto una constante. El lunes, por ejemplo, interrumpió la sesión a gritos, mientras que en otras ha agitado una pancarta que reza: “Sin defensa no hay juicio”.

“La versión de Aldana de que se vio superado por la lujuria de dos jovencitas de catorce y quince años no es creíble en boca de un hombre de treinta y cinco”, comentó Da Vita. “Todas las víctimas eran niñas, casi adolescentes, con un comportamiento lábil e influenciable, con algún problema en sus hogares y en un estado de vulnerabilidad”, agregó.

Según el abogado, la vulnerabilidad era una constante en el comportamiento de Aldana. “(Aldana) hizo uso de ese poder en beneficio propio, para cosificar a sus víctimas y satisfacer sus fantasías más perversas”, aseguró.

A través de un audio, el acusado criticó el juicio que enfrenta. “Yo lo que quiero es un juicio justo, no este mamarracho judicial donde no me aceptan las pruebas, no se investiga a fondo, no me aceptan lo careos, no me aceptan parte de los testigos que me están faltando, me sacan al abogado de confianza y me imponen una defensa aparente que me genera un daño totalmente irreparable”, apuntó.

“Me quieren quebrar anímicamente, psicológicamente y físicamente, haciéndome pasar por el tormento de realizar 3 audiencias por semana, donde me llevan sin comer, sin dormir, encerrado en calabozos sin colchón, helados y viajando con esposas, encadenado como un animal. Y después de todo eso, tengo que declarar y encima no pude terminar de declarar. Me están torturando y me quieren condenar ya”, dijo.