La mayor compañía discográfica del mundo, la estadounidense Universal, le debe “transparencia” a sus artistas tras revelaciones periodísticas sobre un incendio que destruyó unas 500.000 grabaciones en sus instalaciones en 2008, afirmó su director ejecutivo en un documento interno.

Lucian Grainge emitió esa nota el martes, después de que una investigación de The New York Times desvelara que un fuego arrasó un almacén en el que se conservaban grabaciones originales insustituibles, realizadas en distintas décadas.

El trabajo de estrellas como Billie Holiday, Louis Armstrong, Bing Crosby, Ella Fitzgerald, Sonny y Cher, Joni Mitchell, Eric Clapton, Elton John, Janet Jackson y Nirvana se esfumó en el incendio, según el suplemento dominical del New York Times.

“Seré claro: le debemos transparencia a nuestros artistas”, dijo Grainge, que asumió su cargo tres años después del incendio, según el documento publicado por Music Business Worldwide, una empresa especializada en la industria musical.

“Les debemos respuestas. Me aseguraré que la alta dirección de esa compañía, empezando por mí, reconozca esto”, añadió.

La noticia de la pérdida de ese tesoro musical, un material único utilizado para sacar vinilos, CD y copias digitales, conmocionó a la industria y provocó indignación por el hecho de que Universal ocultara lo ocurrido durante 11 años.

Howard King, un conocido abogado del mundo del entretenimiento de Los Ángeles, está preparando demandas en nombre de numerosos artistas y podría presentarlas la semana próxima, según informó su gabinete a la AFP.

Las grabaciones originales son una fuente necesaria para reediciones lucrativas de obras de artistas musicales.

Grainge afirmó que las informaciones sobre el incendio provocaron “especulaciones”, y que el hecho de que sus artistas y autores no sepan si esas especulaciones son ciertas o no es “totalmente inaceptable”.