A muchos tomó por sorpresa el aplazamiento de La Cumbre, el festival de música chilena que este sábado iba a reunir a un selecto grupo de artistas locales en el Club Hípico. Sin embargo, ¿cuáles fueron las razones tras la suspensión? ¿Por qué decidieron reagendarlo a 8 días del evento?

La respuesta la tiene Juan Andrés Ossandón, director general de La Cumbre, quien en diálogo con el diario La Tercera explicó el polémico reagendamiento para el 18 de mayo en el mismo recinto.

De acuerdo a Ossandón, hombre detrás de la cita que en 2019 cumple 12 años, el problema radicó la lenta venta de entradas, la cual no mejoró en la semana previa.

“A nosotros nos duele mucho que su composición de ingresos sea como la de cualquier otro festival que es de empresarios, que vive de los tickets y los auspicios. En ese sentido, como festival chileno y patrimonial, tenemos algunas desventajas comparativas”, apuntó el gestor cultural, que este año haría debutar la “paridad de género” entre los invitados.

Puede ser que haya algunos artistas más camiseteados que otros, pero es parte de nuestra autocrítica, los festivales tienen que preocuparse de la promoción, no es el rol de los artistas
- Juan Andrés Ossandón

Según su diagnóstico, el problema también se incubó en la promoción de La Cumbre, tanto de parte de organizadores como de los propios artistas. “Puede ser que haya algunos artistas más camiseteados que otros, pero es parte de nuestra autocrítica, los festivales tienen que preocuparse de la promoción, no es el rol de los artistas”, sostuvo.

Otra razón la explica en las desventajas del festival en comparación a los eventos de música extranjera. “El hecho que tengamos sólo artistas chilenos hace más difícil conseguir auspicios de la empresa privada, y al mismo tiempo mantener un estándar internacional. Nos movemos en una línea de riesgo tremenda y con la posibilidad de fracasar permanentemente, porque tenemos las mismas reglas del mercado pero con el pie forzado de la música chilena”, apuntó.

“Creo que lo central es que nosotros no hemos sido capaces de trasmitir completamente el mensaje, dejar claro que La Cumbre no está planteada como un negocio”, comentó el organizador, quien también reconoció constantes problemas de financiamiento.

“El financiamiento siempre ha sido un problema, la mayoría de las veces La Cumbre ha sido difícil o deficitaria”, dijo Ossandón, quien sostiene que el evento sigue en pie de cara al próximo 18 de mayo en Club Hípico.